Navidad en el barrio del Lucero
En nuestro barrio del Lucero -cada vez más nuevo y con mejores dotaciones- seguimos, un año más, conviviendo con unos vecinos que se encuentran en condiciones infrahumanas, que serían motivo de escándalo en cualquier circunstancia pero que, rodeadas de la relativa abundancia de los que les rodeamos, cobran mayor gravedad.
En la calle de la Alhambra esquina con la calle de Luis Pando, apenas sustentadas por los restos del antiguo casino del barrio, viven dos familias en una situación deplorable. Sin agua corriente -tienen que tomarla de una fuente cercana-, sin servicios sanitarios -¿dónde evacuarán sus "necesidades"?- y con paredes y techos llenos de humedades.
Lo que hace bastantes años era una situación normal -la infravivienda-, hoy no es más que una vergüenza frente a nuestra opulencia y un insulto a la dignidad de los que allí viven. Las promesas de una atención a estas personas, de un realojo en condiciones y en el barrio -a las personas mayores no se les debe apartar del entorno en el que han vivido toda su vida- no se han cumplido y no hay perspectivas de que se cumplan. Señores de la Empresa Municipal de la Vivienda y de la Junta Municipal: no se escuden en excusas legalistas. Hay una situación grave y se debe solucionar.
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