CiU apoya a Clos en el proyecto de Ca l'Aranyó y ERC se abstiene

Cambio de papeles. El alcalde de Barcelona, Joan Clos, contó ayer con el apoyo de CiU para aprobar el plan especial de ordenación de la manzana de Ca l'Aranyó, en el 22@ del Poblenou, en el que está previsto levantar el parque audiovisual. Esquerra Republicana, socio de gobierno de los socialistas, se abstuvo. Las razones de uno y otro grupo para argumentar su voto fueron, no obstante, un tanto contradictorias y más vinculadas a estrategias políticas que al asunto de fondo. Esquerra Republicana alegó su oposición al modelo de ciudad que se está configurando desde las Glòries por tener demasiadas torres altas. En el caso concreto de la ordenación de Ca l'Aranyó - donde se ubicarán varios departamentos de la Universidad Pompeu Fabra y la compañía audiovisual Mediapro-, se levantarán cinco edificios de 72 metros de altura con frente a la Diagonal. El interior de esas manzanas seguirá la alineación tradicional del Poblenou con la rehabilitación integral de la antigua fábrica textil. A pesar de la abstención expresada ayer por los republicanos, este mismo grupo votó a favor de la modificación del Plan General Metropolitano, que fijaba la edificabilidad de esa zona.

El comportamiento de CiU ha sido el contrario. Votó en contra de la modificación del planeamiento general, argumentó negativamente su postura en la comisión de urbanismo de la semana pasada -por boca del edil convergente Joan Puigdollers-, en la que se discutió el plan especial de Ca l'Aranyó, y ayer, en cambio, votó a favor. El concejal convergente Eduard García hizo una implacable intervención en contra del plan por el modelo de torres altas, se refirió a la "apisonadora del tripartito" y a la "decadencia" del alcalde, hizo mención expresa al desmarque de ERC respecto a sus socios, pero, al final, anunció que su grupo votaba a favor. Los comentarios y voces se alzaron inmediatamente a uno y otro lado del salón de plenos. "Nos ha dejado perplejos", dijeron desde las filas de ERC al ver cómo CiU cambiaba de posición rápidamente. El presidente del grupo municipal convergente, Xavier Trias, acabó zanjando el asunto aduciendo que se trata de uno de los proyectos más importantes de la ciudad y que CiU tenía que votor favorablemente aunque siguiera oponiéndose a las torres de altura.

El pleno de ayer también aprobó el presupuesto y las ordenanzas fiscales con la oposición de CiU y el PP. Aunque todos los grupos, sin excepción, votaron invocando el nuevo panorama de financiación que puede suponer la Carta Municipal.