López replica a Egibar que no es nadie para dar certificados de vasco

El secretario general del PSE-EE, Patxi López, dijo ayer que la parte más preocupante del plan Ibarretxe es la que abre la puerta a la creación de dos categorías de vascos. López replicó ayer al dirigente peneuvista Joseba Egibar que "no es nadie para dar certificados de vasquidad". La víspera, Egibar había negado la condición de vascos a los que no voten a favor del plan. "Estoy en contra radicalmente del plan y soy tan vasco como Egibar", remachó.

Socialistas y populares coincidieron ayer en lanzar sendas cargas de profundidad al plan Ibarretxe. Los primeros, preocupados por la deriva "independentista" del documento aprobado por PNV, EA y Ezker Batua (EB). Los populares, porque creen que la abstención de SA es un "Estella dos", un nuevo pacto del nacionalismo con ETA. "En 1998 se reunieron en Lizarra y firmaron un pacto los nacionalistas con Batasuna, donde ETA estampó su sello en la parte de atrás", recordó la presidenta del PP vasco, María San Gil. "Con la abstención [de SA], ETA estampó su sello por la parte de adelante". Ayer se consumó "el triunfo ideológico de ETA".

Pero donde coincidieron ayer PSE y PP fue en la censura de las palabras de la víspera del presidente del PNV en Guipúzcoa, Joseba Egibar."En pleno siglo XXI no podemos consentir ni tolerar que un dirigente político (...) quiera dividir a los ciudadanos en vascos de primera y de segunda, en función de su ideología", dijo San Gil.

Ahí se agotaron las coincidencias entre ambos dirigentes. Porque San Gil arremetió duramente contra López y su propuesta de reforma del Estatuto. "Su plan es un plan Ibarretxe de bolsillo o light", señaló, mientras le acusó de "olvidarse de los vascos constitucionalistas". "el PSOE, añadió", está poniendo en entredicho que Euskadi siga formando parte de España", denunció para asegurar: "PNV, PSE y Batasuna coinciden en que no les gusta el marco constitucional, las reglas del juego y el marco estatutario vigente".

López, por su parte, aprovechó su comparecencia ante los medios para criticar las palabras del presidente del PP, Mariano Rajoy, quien la víspera les había acusado de "miedicas". En un tono especialmente sentido, el líder de los socialistas vascos acusó al dirigente popular de dedicarse a los "chascarrillos" y de permanecer anclado en "el inmovilismo", "la intransigencia" y de defender una "visión trasnochada de España". Y en un tono crispado le espetó: "Señor Mariano Rajoy, en valentía usted no le llega ni a la zapatilla a ningún militante socialista".

A López además le pareció incomprensible que la formación que dirige Javier Madrazo, EB, haya pasado por el aro en una materia como la de la diferenciación entre nacionalidad y ciudadanía. Para el dirigente socialista, el voto a favor de EB, pese a no estar de acuerdo con aspectos sustanciales del plan, hay que explicarlo en clave de gobierno. López dijo que la formación de Madrazo es el "acompañante cautivo" de los nacionalistas y su voto a favor del plan obedece a que "está pagando un peaje para mantenerse en el Gobierno y estar en el siguiente", tras los comicios vascos, previstos para la primavera de 2005.

Objetivo cumplido

La portavoz del Gobierno vasco, Miren Azkarate, se felicitó por la aprobación del plan en comisión porque "se ha cumplido el objetivo de abrir un nuevo tiempo político, que no tiene vuelta atrás". Y, sobre todo, por haber hecho "cambiar a todos: a los socialistas, a Batasuna e, incluso, al PP, que habla con cierta naturalidad de reformas estatutarias y constitucionales". Fue el líder de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, quien atemperó la visión positiva de Azkarate. Aprobar un Estatuto para tres territorios es una "irresponsabilidad" y "volver a cometer el mismo error que hace 25 años", subrayó. Y Batasuna no va a "sostener una posición que proteja" un "nuevo fraude", adelantó.