Todos los grupos, salvo el PP, apoyan la decisión del Gobierno de abrir el nuevo foro sobre el Peñón

Todos los grupos parlamentarios, con la excepción del PP, apoyaron ayer la apertura por el Gobierno del nuevo foro de diálogo a tres bandas sobre Gibraltar, en el transcurso de un debate que condujo al rechazo, por 184 votos contra 142, de una proposición no de ley en la que los populares pedían al Ejecutivo que mantenga los principios jurídicos básicos que han regido esta negociación y que "mantenga sin ambigüedades la política de dos banderas, tres voces".

Gustavo de Arístegui, portavoz de Exteriores del PP, tras rechazar la enmienda socialista de que en el texto se incluyera una expresión de respaldo al nuevo foro de diálogo, negó que el comunicado conjunto emitido por los ministerios de Exteriores de España y Reino Unido y por el Gobierno de Gibraltar respete ese criterio de que los gibraltareños sólo pueden participar en las conversaciones como parte de la delegación británica, es decir, con voz, pero sin bandera de Estado. Concretamente, afirmó que éste es el motivo por el que el ministro principal de Gibraltar, Peter Caruana, ha aceptado por primera vez participar en el diálogo.

"Si durante tantos años las autoridades locales de la colonia no han querido participar en las delegaciones, por algo será. Ustedes han cambiado los principios o han hecho concesiones que no pueden confesar ni a esta Cámara ni ante la opinión pública. Díganoslo. Le han dado el veto, lo reconocen ustedes, lo reconocen los periódicos, lo reconoce el acuerdo conjunto que ustedes han tenido a bien firmar con el ministro británico de Asuntos Exteriores, dijo, en efecto, De Arístegui.

"Qué podemos esperar", prosiguió, "de un Gobierno que confunde nación y nacionalidad, comunidad nacional y nacionalidad. A ustedes les da igual que sea la población o los habitantes de la colonia. Para ustedes es lo mismo, pero jurídicamente no es lo mismo. Han quebrado el artículo X del Tratado de Utrecht, porque no han tenido en cuenta que sólo hay dos posibilidades: la retrocesión a España o la permanencia en el estatuto colonial. A través de sus torpezas, de sus tropiezos y sus calamidades en política exterior, han logrado que, por primera vez, la colonia tenga voz, tenga veto y tenga la posibilidad de construir una entelequia que es la tercera vía para considerarse a sí mismos pueblo soberano y tratar de lograr una independencia a través de la autodeterminación".

El portavoz socialista, Rafael Estrella, aseguró que lo único que pretende el Gobierno es "avanzar en la cooperación, manteniendo íntegramente las posiciones" jurídicas por lo que se refiere a la soberanía y ofreció, como prueba contundente de que tampoco su práctica puede ser considera heterodoxa, la siguiente cita del ex ministro del PP Abel Matutes en una negociación sobre el Peñón celebrada en Londres en 1999. "Como Estado democrático, no podemos concebir la obtención de una solución al problema de la soberanía que se imponga por la fuerza a los ciudadanos de Gibraltar. Por tanto, los gibraltareños pueden estar tranquilos y olvidar la absurda propaganda sobre la supuesta intención española de forzarles a una salida contraria a sus intereses". Concluyó Estrella: "Ya está bien de cinismo, señores del Partido Popular".

Miembros del Grupo Mixto, CC, IU, PNV, ERC, y CiU alabaron el cambio de política decidido por el Ejecutivo y votaron en contra de la proposición del PP.