El fundador dice que han destruido la empresa rusa más eficiente

"Las autoridades se han hecho un estupendo regalo de Navidad, al destruir la compañía petrolera más eficiente de Rusia. Que Dios les juzgue". Así reaccionó ayer Mijaíl Jodorkovski, el fundador del imperio Yukos, a la subasta de Yuganskneftegaz. El ambicioso ejecutivo que llegó a representar un peligro político para el Kremlin, transmitió sus palabras a través de sus abogados en un descanso de la sesión del tribunal de distrito moscovita, que le juzga desde el pasado verano por cargos que van desde evasión de impuestos a la estafa. Jodorkovski está encarcelado desde octubre de 2003.

"Estoy seguro de que, sentados con sus familias a la mesa de Navidad y Año Nuevo, todos ustedes, petroleros, periodistas, analistas y personas que no son indiferentes, se acordarán tal vez por un momento no de las acciones sin rostro, sino de la jurista que ha sido separada de su familia y de sus hijos pequeños y arrojada a la la prisión, solo para que no molestara y para dar ejemplo", dijo refiriéndose a Svetlana Bajminá, de la dirección legal de Yukos. Jodorkovski recordó a sus antiguos colegas, que están en prisión o han tenido que dejar su patria y su familia.

Antecedentes

La subasta de Yuganskneftegaz se ha realizado de acuerdo con las mejores tradiciones de los años noventa, afirmó el ejecutivo. Efectivamente, las misteriosas empresas tras las que se ocultaban otros intereses fueron la tónica durante las privatizaciones de los años noventa, y el mismo Jodorkovski recurrió a este subterfugio cuando por 359 millones de dólares compró su primera participación en Yukos por medio de un grupo denominado Laguna. Hasta hoy no se ha hecho público quien estaba detrás de una misteriosa empresa basada en Chipre que en 1999, con el nombre de Reforma Investment, compró por cerca de 500 millones de dólares el 9% de Lukoil, la mayor petrolera rusa.