Grande, pero manejable
El Multiplá tiene una carrocería muy peculiar y más ancha de lo habitual en los monovolúmenes de su longitud. Este detalle, clave en su gran habitabilidad, no plantea problemas cuando se conduce, y es fácil acostumbrarse a sus medidas porque ofrece soluciones que lo compensan: los retrovisores son plegables eléctricamente para poder recogerlos al pasar por calles estrechas o cuando se aparca en batería. Además, las ventanillas laterales son muy grandes y aportan una gran visibilidad, y los retrovisores llevan dos espejos, uno normal para ver de lejos y otro inferior que elimina los ángulos muertos y es muy práctico para aparcar. El conjunto se completa con una posición de conducción alta que permite ver bien, y lleva la palanca de cambios en la consola del salpicadero, lo que evita apartar la mano del volante.
Buen comportamiento dinámico
La anchura de los ejes incide positivamente en el comportamiento dinámico y aporta una buena estabilidad en todo tipo de trazados, tanto en los rápidos como en los más virados. Estas virtudes, mostradas en la primera generación del Multiplá, se mantienen ahora. Así, en ciudad circula con agilidad y resulta manejable. Y en carretera apenas acusa la altura: se agarra bien, responde con precisión al volante y no balancea en exceso en las curvas. Pero lo mejor es que transmite siempre una agradable sensación de seguridad y aplomo, tanto en autopista como en carreteras viradas. Además se han modificado los asientos, y aunque no son muy envolventes ni destacan por su comodidad, sujetan algo mejor cuando el coche se apoya lateralmente.
Por lo demás, las suspensiones filtran correctamente los baches, y permite afrontar los viajes largos con suficiente confort, aunque tiene una sonoridad aerodinámica excesiva. Los frenos con ABS de serie paran bien sin desequilibrios, y ahora se puede adquirir como opción el control de estabilidad ESP, que, aunque es caro (800 euros), resulta muy recomendable porque elimina el riesgo de sufrir derrapajes y mejora la seguridad dinámica, un factor siempre clave e imprescindible en un familiar.
Un turbodiésel correcto
El Multiplá monta el motor 1.9 JTD de 115 CV, que ofrece un rendimiento suficiente para mover el peso y resulta muy apropiado para este coche. Es elástico a bajo régimen, empuja con fuerza y alegría desde 1.500 vueltas y puede superar las 4.000 sin apuros. A pesar de tener una quinta marcha de desarrollo largo, mantiene bien las velocidades de crucero y sólo se queda un poco en las subidas: invita a reducir a cuarta cuando se viaja muy cargado. Pero llanea bien, hace poco ruido y, aunque no destaca por su nervio al adelantar, tampoco resulta perezoso.
Por último, los consumos son ajustados: gasta unos siete litros en conducción suave, y entre ocho y nueve en tráfico urbano, estirando las marchas y a plena carga.
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