Los expertos proponen limitar la temporalidad en los convenios

La elevada tasa de temporalidad -el 31,6% de los asalariados- se puede frenar a través de la negociación colectiva sectorial, según la conclusión de un estudio elaborado por un grupo de expertos. Su propuesta consiste en limitar la contratación temporal mediante un porcentaje máximo de la plantilla en situación de eventual. Una medida que debe tener respaldo legal y debe estar adaptada a las necesidades de cada sector.

El informe deja claro que la "cultura de la temporalidad" está hondamente arraigada en las empresas españolas, y que éstas recurren a la contratación temporal como "único mecanismo de flexibilidad". El estudio ha sido realizado por los expertos en mercado laboral José Ignacio Pérez Infante, Salvador del Rey y Francisco González de Lena, este último secretario general técnico del Ministerio de Trabajo, aunque el informe se empezó a elaborar hace más de un año, cuando no ocupaba ese puesto, por encargo de la Fundación Alternativas.

Su análisis de las distintas reformas laborales indica que se han aplicado ya todo tipo de medidas y concluyen que en el próximo diálogo social se puede insistir en revisar las modalidades de contratación, luchar contra el fraude, impulsar el contrato a tiempo parcial, o actuar en el coste del despido y el periodo de prueba.

Peroañaden una medida nueva, consistente en limitar la temporalidad a través de la negociación colectiva sectorial. Es decir, que en los convenios se fijen unos porcentajes máximos de temporalidad.

En la información que han obtenido de los empresarios sobre las razones del uso elevado de las relaciones laborales temporales, destacan el alto coste del despido improcedente de los contratos fijos, la complejidad del despido y la incertidumbre ante los ciclos económicos que hace que las empresas no acudan a los contratos indefinidos.

Además, los expertos creen que influye el "factor normativo", a raíz de la reforma de 1984 que puso en marcha numerosas modalidades de contratación temporal, a lo que se sumaron "los efectos negativos de la normativa", como la fuerte rotación laboral, que genera aumento de la inseguridad y del gasto en desempleo, menos productividad y mayor siniestralidad. Entre los trabajadores temporales se producen 150 bajas por cada 1.000 personas, mientras que entre los fijos la relación es 50 por 1.000.

Más del 25%

El estudio recoge un grupo importante de ramas de actividad donde hay una eventualidad superior a la cuarta parte de las plantillas. Se trata de la agricul-tura y ganadería (61,2%), construcción (56,6%), hogares que emplean personal doméstico (48,7%), cuero, marroquinería y zapatería (47,2%), investigación y desarrollo (46,5%), silvicultura (42%), reciclaje (41,7%), activi-dades recrativas, culturales y deportivas (37,8%), hostelería (37,7%), servicios personales (35,3%), actividades inmobiliarias (31,5%), extracción de minerales no metálicos ni energéticos (31,1%), pesca (30,2%), productos metálicos (29,6%), actividades sanitarias y veterinarias y servicios sociales (29,5%), transporte marítimo y de cabotaje (28,4%), actividad de saneamiento público (28,3%), actividades asociativas (28%), comercio al por menor (27,2%) muebles y otras industrias manufactureras (27,2%), productos alimenticios y bebidas (27,1%), transporte aéreo y espacial (26,4%), correos ytelecomunicaciones (26,3%), confección y peletería (26,1%) y educación (25,5%).