Detenido en Moscú el jefe de personal de la petrolera

Mientras Yukos obtenía una pequeña victoria en Tejas (Estados Unidos), en Rusia continuaba el acoso a la petrolera. Tras los registros de la sede central realizados el jueves, la policía fiscal ha detenido a Antón Zajárov, jefe del departamento de personal de Yukos. La fiscalía confirmó ayer el encarcelamiento de Zajárov bajo sospecha de "haber legalizado dinero robado que era entregado a diversas personas con el pretexto de pagos por servicios de consultoría". También se presentó acusación oficial contra Svetlana Bajminá, subjefa del departamento jurídico de Yukos en Moscú, por "apropiación ilegal de bienes ajenos formando parte de un grupo organizado".

Al grupo en el que presuntamente participaba Bajminá se le acusa de haber robado bienes por 8.000 millones de rublos (unos 216,5 millones de euros) a las petroleras Tomskneft y a la Compañía Oriental de Petróleo (VNK, según sus siglas rusas). Al superior directo de Bajminá, Dmitri Golovin, se le acusa de haberse apropiado ilegalmente de acciones de la VNK por 3.000 millones de rublos (81 millones de euros). Golovin no ha podido ser detenido y se ha dado orden de captura en su contra.

Jodorkovski, el ex presidente de Yukos, y Platón Lébedev, que era máximo ejecutivo de Menatep, el grupo que controlaba la petrolera, están en la cárcel desde hace más de un año, mientras que la fiscalía ha dado orden de búsqueda y captura contra los otros principales accionistas de Yukos, quienes se han refugiado en el extranjero. También los nuevos ejecutivos de la perseguida compañía abandonaron recientemente Rusia por temor a ser encarcelados.

Yukos era la petrolera más transparente de Rusia y la que más impuestos pagaba al fisco, por lo que el acoso al que está siendo sometida y las cuentas presentadas ahora por presuntos impagos a partir de 2000 son vistas por muchos observadores como una persecusión detrás de la que hay motivos políticos. Concretamente, se acusaba a Jodorkovski de haber elaborado un plan para que los empresarios controlaran el Parlamento e hicieran elegir diputados a personas de su confianza. Pero más peligroso para el Kremlin eran los supuestos planes de encontrar un candidato presidencial para las elecciones de 2008 que se enfrentara al que decidiera presentar el actual régimen.

Hay quienes piensan que el acoso a Yukos va más allá de la posible amenaza política que Jodorkovski podía representar para el Kremlin y tiene que ver con la estrategia del presidente Vladímir Putin. El líder ruso, según esta teoría, desea que el Estado controle las principales riquezas de Rusia -particularmente el petróleo y gas- con el fin de poder jugar un papel de mayor importancia en el mundo.