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Columna
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La luz

Juan José Millás

Hay verdades fundamentales pero improductivas hasta que alguien da con su formulación científica. De ahí el culto a las ecuaciones, que traducen al lenguaje de la vigilia los barruntos oníricos. Sólo los poetas y los sabios son capaces de dar ese salto de una a otra dimensión. Y lo dan apoyados en un humilde verso o en una breve fórmula algebraica. No sabemos si colocar a Fraga en el apartado de los poetas o de los sabios, pero lo cierto es que ha conseguido iluminar una vez más nuestras vidas, en esta ocasión al disertar sobre la homosexualidad, a la que acaba de definir en la tele como una anomalía provocada por una equivocación de los cromosomas. Ahí tienen ustedes una combinación de sencillez y rigor capaz de poner los pelos de punta tanto a los lectores de poesía como a los consumidores de literatura científica.

Una anomalía provocada por un error de los cromosomas. No se cansa uno de repetirlo. Te asomas al borde oscuro de la historia de la homosexualidad, pronuncias lentamente la ecuación fraguiana (una anomalía provocada por un error de los cromosomas), y se hace la luz en un túnel de sombras milenario. Los obispos están de enhorabuena, porque si bien ellos venían intuyendo acertadamente que la homosexualidad era una desviación del orden natural de las cosas, una patología perseguible, un estigma condenable, no habían sido capaces de explicar por qué. Y ahí está el porqué: en un error de los cromosomas que, si no somos capaces de corregir, deberíamos al menos reprimir.

Pero Fraga no se conformó con soltar esa verdad científica, sino que tuvo, como los grandes, el valor de desarrollarla: "Usted comprenderá", añadió dirigiéndose a Montserrat Domínguez, su entrevistadora, "que el que yo prefiera a un guardia civil que a una señora guapa como usted... pues algo raro me tiene que pasar". Y es en esta capacidad para ponerse en cuestión donde se aprecia en toda su magnitud la insobornabilidad de un verdadero hombre de las ciencias, pues todos sabemos que en la escala de valores de Fraga la Guardia Civil ha estado, no ya por encima de las señoras guapas, sino por encima de la democracia. En efecto, algo raro le pasa.

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Sobre la firma

Juan José Millás
Escritor y periodista (1946). Su obra, traducida a 25 idiomas, ha obtenido, entre otros, el Premio Nadal, el Planeta y el Nacional de Narrativa, además del Miguel Delibes de periodismo. Destacan sus novelas El desorden de tu nombre, El mundo o Que nadie duerma. Colaborador de diversos medios escritos y del programa A vivir, de la Cadena SER.

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