Aumentan los enfrentamientos entre taxistas en la tercera jornada de huelga en un mes
El nerviosismo de los taxistas partidarios de las huelgas, que no ven fruto alguno tras ellas, y los que pretenden trabajar, hartos de que no les dejen, aumentó los episodios violentos durante el tercer paro de taxistas que se convoca en un mes en Barcelona.
En el aeropuerto de El Prat, un piquete insultó a una mujer taxista y la hizo bajar del vehículo. Después pincharon las ruedas de su coche y rompieron la antena.
Horas antes, sobre las 7.00, varios taxistas en huelga habían tirado huevos a los que circulaban, además de pintarles con aerosol el número de licencia que figura en las puertas, "para identificar a los esquiroles", según denunció Miguel Ángel Martín, gerente del Instituto Metropolitano del Taxi (Imet). Otro taxista requirió tratamiento hospitalario tras ser agredido por varios partidarios de la huelga en la plaza de Llucmajor.
José María Soto, presidente del Grupo de Taxistas Independientes, uno de los sindicatos convocantes, denunció que un miembro de un piquete fue rociado con un pulverizador de defensa por un taxista que circulaba, "sin que llegara a mediar palabra". Soto también mencionó que la policía había detenido a un trabajador por amenazar con una navaja a un piquete, aunque a la policía no le consta. Otros roces se sucedieron en las céntricas plazas de Catalunya y de Urquinaona.
La huelga, convocada por los sindicatos minoritarios para pedir un mayor aumento de las tarifas, volvió a ser seguida de forma amplia. Soto afirmó que las negociaciones "están rotas" y que mantienen el calendario de huelgas, que coincidirán con las importantes ferias y salones que se celebran a principios de año.
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