Del Olmo libera a uno de los implicados en la trama asturiana

El juez Juan del Olmo dejó ayer en libertad bajo fianza de 6.000 euros a Iván Granados, uno de los implicados en la trama asturiana de la comercialización ilegal de explosivos que luego fueron utilizados en los atentados del 11-M.

El magistrado le ha impuesto también una serie de medidas cautelares como la entrega del pasaporte y la prohibición de salir de España, así como comparecencias semanales en el juzgado de su localidad.

Granados, de 21 años, fue detenido el 9 de junio de 2004, y desde esa fecha se encontraba en prisión preventiva, bajo la imputación de un presunto delito de colaboración con organización terrorista en su manifestación de facilitación de sustancias explosivas, así como tenencia y transporte de sustancias explosivas.

Vecino de Avilés, Iván Granados es amigo de José Emilio Suárez Trashorras y como él trabajó en varias minas de la cuenca asturiana, entre ellas en Mina Conchita, la explotación de la que se sustrajeron los explosivos utilizados el 11-M por el comando islamista.

Según figura en varios autos del juez Del Olmo, Suárez ofreció a Iván Granados que trasladase explosivos a Madrid, a lo que éste se negó. Sin embargo, Granados acompañó a Suárez a una zona denominada "El Mirador", un lugar cercano a mina Conchita, donde éste contactó con Raúl González Peláez, El Rulo, quien sería uno de sus proveedores de explosivos.

Granados realizó el 25 de agosto de este año una segunda declaración ante el juez Del Olmo en la que acusó a Suárez Trashorras de proporcionar los explosivos a Jamal Ahmidan, El Chino, uno de los jefes del grupo islamista.

Granados afirmó en la citada declaración que José Emilio Suárez le ofreció 1.200 euros en enero para que llevara explosivos a Madrid, pero que ante su negativa, Suárez se lo encargó al menor G. M. V. -ya condenado por estos hechos-, que hizo dos viajes a la capital de España a primeros de febrero de 2004.