Los Mossos creen que el incendio de Empuriabrava se debió a una venganza

La principal hipótesis con que trabajan los Mossos d'Esquadra sobre el incendio de Empuriabrava, que el pasado domingo costó la vida a tres personas y provocó graves heridas a otras tres, apunta a que fue provocado por una mujer desequilibrada por una relación con su ex pareja enturbiada por los celos de él.

El pequeño apartamento del edificio de 11 plantas en el que se inició el fuego había sido la vivienda de la pareja, aunque quedó vacío tras el encarcelamiento del hombre. Los Mossos d'Esquadra reúnen indicios que prueben que Guadis Marleve V. B., ecuatoriana de 31 años y con antecedentes por hurto y tráfico de drogas, originó las llamas. La policía autonómica ha encontrado en el piso señales de destrozos previos al fuego, y trabaja con la hipótesis de que varias personas, por encargo de su expareja, entraran en la casa para causarlos. Tras verlos, y en pleno ataque de ira, Guadis prendió fuego, según esta línea de investigación. No han hallado indicios de que el fuego fuera accidental.

Algunos de los vecinos del edificio aseguraron que el apartamento en el que se inició el incendio estaba deshabitado, sin luz ni agua. No obstante, hay quien recuerda haber visto la puerta abierta pocos días antes del siniestro. La detenida, que ha sido acusada por los Mossos d'Esquadra de un delito de incendio, castigado con penas de entre 10 y 20 años de cárcel, se declara inocente y hasta ayer se había negado a prestar declaración ante los Mossos. Está previsto que Guadis Marleve pase hoy a disposición del juzgado, tras 72 horas de detención.

Los tres heridos que permanecen ingresados en el hospital Josep Trueta de Girona, dos de ellos con fracturas múltiples y otro con insuficiencia respiratoria por inhalación de humo, evolucionan favorablemente. Aunque la estructura del edificio no ha sufrido daños, los desperfectos causados por el humo y las llamas en otros domicilios y la escalera no han permitido todavía volverlo a ocupar.