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Un argelino y un sirio, detenidos por su relación con los suicidas del 11-M

Un sirio y un argelino han sido detenidos en Irún (Guipúzcoa) por su presunta relación con los islamistas implicados en los atentados del 11-M que se suicidaron el pasado abril en Leganés (Madrid), según fuentes policiales. Uno de los arrestados, al que los investigadores consideran "un elemento importante", utilizó presuntamente meses atrás uno de los teléfonos móviles que usó Serhane Ben Abdelmajid Fakhet, El Tunecino, uno de los terroristas que murieron en Leganés. Este y otros indicios le relacionan con los integrantes de la célula terrorista de Madrid.

El sirio detenido por el Cuerpo Nacional de Policía es albañil y, al igual que el argelino, reside habitualmente en Irún. Los encargados de las pesquisas registraron ayer por la tarde sus domicilios.

El sirio, cuya identidad no ha sido facilitada, es un hombre que estaba siendo seguido desde hace varios meses por agentes de la Comisaría General de Información. Este individuo ha hecho numerosos viajes tanto por Europa como por otros países, por lo que la policía sospecha que pudiera haber desempeñado tareas de captación de fondos y facilitación de pasaportes para la red terrorista islamista.

El otro detenido en Irún es un argelino al que los investigadores atribuyen una implicación mucho menos importante, sin concretar más datos porque "la operación continúa abierta", según las fuentes informantes. Éstas no descartan otros arrestos en localidades del País Vasco.

El sirio detenido, apellidado Waqui, tuvo contacto con el fallecido Serhane Ben Abdelmajid, calificado en los informes policiales como "el líder carismático" del comando del 11-M en Madrid.

Aislado en prisión

Por otra parte, Rabei Osman el Sayed, Mohamed el Egipcio, presunto cerebro de los atentados del 11-M, ha quedado ingresado en una célula del módulo de aislamiento de la prisión de Soto del Real (Madrid), adonde fue conducido por orden del juez Juan del Olmo, tras ser extraditado desde Italia el pasado martes.

Después de que el juez le imputase 191 asesinatos terroristas y decretase su prisión incondicional y comunicada, El Egipcio pasó sus primeras horas en módulo de ingresos, donde se le abrió el expediente penitenciario, se le tomaron las huellas dactilares y fue sometido a reconocimiento médico.

El Reglamento Penitenciario redefinió en 1999 el régimen cerrado de los establecimientos penales estableciendo departamentos especiales de control directo de los reclusos extremadamente peligrosos, situación en la que se hallan los presos preventivos incriminados en el 11-M. Osman el Sayed fue trasladado en ese régimen especial al módulo de aislamiento en la mañana de ayer. Aunque podrá recibir visitas del exterior y comunicarse con su abogado de oficio, permanecerá solo y tendrá que comer en su celda. Sólo podrá salir al patio dos horas diarias. En Soto del Real no hay otros reclusos relacionados con el 11-M, si bien hay 15 presos islamistas.

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