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La policía italiana lanza una ofensiva con mil agentes contra la mafia napolitana

Detenidos 52 miembros de la Camorra, cuya guerra ha dejado 120 muertos desde enero

Enric González

La policía italiana lanzó ayer de madrugada una redada masiva en el barrio periférico napolitano de Scampía, campo de batalla de una guerra entre clanes mafiosos que ha causado al menos 120 muertos en lo que va de año (22 sólo en noviembre). Más de un millar de agentes, apoyados por helicópteros y camiones de bomberos, asaltaron las guaridas de la banda del capo Paolo di Lauro y de sus rivales, un grupo secesionista que lucha por el control del tráfico de drogas en la zona. La policía ya ha detenido a 52 personas de las 65 sobre las que pesan órdenes de arresto.

Entre los arrestados figuraba Ciro di Lauro, hijo del capo Paolo di Lauro y jefe provisional del clan. La operación policial, en la que participaron la Policía de Estado, la Guardia de Finanzas y los Carabinieri, requirió apoyo aéreo y de los bomberos por las especiales características de Scampía y de sus habitantes. El barrio, construido 20 años atrás para alojar a las víctimas más pobres del terremoto de 1980, se había convertido en un fortín dominado por la Camorra y cada bloque poseía verjas y puertas blindadas para evitar visitas inesperadas de la policía o del enemigo.

El clan Di Lauro, compuesto por varios miles de soldados, disponía de patrullas móviles de vigilancia y de abundante armamento. Otra operación de la policía, de menor envergadura, permitió requisar metralletas de fabricación israelí, pistolas y una granada en casa de uno de sus miembros. Scampía es uno de los mayores supermercados europeos de la droga. Se puede encontrar de todo y a buen precio.

Los Di Lauro, dirigidos por Paolo di Lauro, de 51 años, llamado Ciruzzo o Milionario, en paradero desconocido desde 2002, controlaron durante más de una década un negocio de estupefacientes que generaba cientos de millones de euros anuales. Tanto dinero suscitó la codicia de varios lugartenientes, que aprovecharon la desaparición del capo para rebelarse contra el hijo Ciro, alias O chiatto, al que acusaron de carecer de la autoridad y la preparación necesarias para asumir la jefatura, aunque fuera de forma temporal y bajo las órdenes a distancia del Milionario.

La rebelión condujo a una guerra de exterminio en la que los Di Lauro, reforzados al parecer con decenas de delincuentes albaneses, tomaron ventaja con rapidez. El número de asesinatos desde el 1 de enero ascendía al menos a 120 (varias personas desaparecieron sin que se hallara su cadáver y no estaban aún contabilizadas), y sólo en noviembre hubo que retirar 22 cadáveres de las calles.

Las víctimas no eran únicamente los mafiosos rivales: familiares y amigos de los "escindidos" servían también para cobrarse vendetta. Una joven de 22 años, novia de uno de los "rebeldes", fue asesinada a golpes y carbonizada dentro de su automóvil. El mismo lunes fue abatido a tiros cerca del aeropuerto un joven de 26 años, Pietro Pietrucci, sin antecedentes penales pero pariente de un "escindido".

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Mano dura

El presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi, felicitó desde China al ministro del Interior, Giuseppe Pisanu, por el golpe contra la Camorra. Pisanu había prometido que Scampía no quedaría al margen de las leyes italianas y que actuaría "con toda dureza" contra los miembros de la Camorra. Los detenidos de ayer fueron acusados de asociación mafiosa y, en algunos casos, de homicidio.

La redada fue espectacular, pero los policías que la dirigieron no albergaban grandes esperanzas. Su único objetivo, según declaró a este periódico Pasquale Errico, jefe de la comisaría de Scampía, consistía en "pacificar la zona". "La policía no puede acabar con la Camorra mientras no cambien drásticamente las condiciones socioeconómicas y culturales de la zona", explicó, "pero sí puede actuar para que acabe esta guerra tan cruenta".

La redada podría alterar el equilibrio de fuerzas en Scampía y favorecer a los "escindidos", que en las últimas semanas intentaban aliarse con otros clanes para imponerse a los Di Lauro. "Da igual quien gane, todos son igual de malvados y peligrosos", comentó un detective de la Policía de Estado en Scampía, "lo que interesa es que se imponga alguien con autoridad para restablecer la paz en el barrio".

Policías italianos detienen a Ciro di Lauro, hijo del jefe mafioso de la Camorra napolitana Paolo di Lauro.
Policías italianos detienen a Ciro di Lauro, hijo del jefe mafioso de la Camorra napolitana Paolo di Lauro.EFE

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