Zapatero defiende que Maragall exponga sus ideas sobre la reforma constitucional, que CiU tacha de "confusas"
Los convergentes subrayan que el presidente catalán se preocupa demasiado por la España plural
El discurso del presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, con motivo del Día de la Constitución fue duramente criticado por Convergència i Unió. Los nacionalistas consideran que persigue el café para todos y lo ven como prueba irrefutable de la españolización y la "confusión permanente en la que está inmerso" Maragall. En Madrid, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no quiso entrar en los análisis de su homólogo catalán sobre la reforma constitucional, si bien defendió el derecho de Maragall a exponer sus aportaciones.
El presidente de la Generalitat centró su discurso institucional, que también pronunció en castellano para que su mensaje llegase al resto de España, en reasentar las bases del pacto constitucional y asegurar que España debe confiar en una Cataluña que "no hace trampas", al tiempo que, siguiendo las tesis de Francisco Rubio Llorente, presidente del Consejo de Estado, sugería el término comunidad nacional para mencionar lo que la actual Constitución denomina nacionalidades.
Zapatero no quiso entrar en ese debate y, al ser preguntado por los periodistas en la recepción con motivo del Día de la Constitución, a la que no acudieron ni Maragall ni representantes de ERC, subrayó que "como posición doctrinal y como aportación" le parecían bien las declaraciones del presidente de la Generalitat, y añadió que, en democracia, es defendible la pluralidad de conceptos y la riqueza de los debates, informa Efe.
Donde no han gustado, ni como aportación, las afirmaciones de Maragall ha sido en CiU. Su portavoz parlamentario, Felip Puig, dijo ayer que la declaración institucional del presidente catalán fue "una muestra de la permanente confusión en que éste está inmerso". El dirigente convergente añadiço que Maragall "pone en el mismo saco el Pacto de Miravet con los acuerdos constitucionales, cuando se trata de dos procesos totalmente diferentes". Estas supuestas contradicciones, opinó Puig, también "se ponen de manifiesto en el momento en que se preocupa más por la España plural que por cómo Cataluña puede resolver sus problemas de encaje dentro del Estado, al tiempo que apuesta por la España de las autonomías y una nueva versión del café para todos", destacó.
En el capítulo de aliados, tanto ERC como ICV se desmarcaron del optimismo de los socialistas catalanes al calificar de "limitada" la reforma constitucional que propone Zapatero. Así lo sugirieron tanto la portavoz de ERC, Marina Llansana, como el vicpresidente de Iniciativa per Catalunya (ICV), Jaume Bosch.
Ante las afirmaciones de estos partidos catalanes, el viceprimer secretario del PSC, Miquel Iceta, recordó que "lo que corresponde" a las fuerzas políticas que "comparten la idea de que España es un Estado plurinacional" es apoyar al presidente catalán y trabajar con un "cierto grado de concertación y unión" en la reforma del Estatut y de la Constitución. A juicio de Iceta, el discurso del presidente catalán fue "valiente" e "inteligente" .
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