Hambre
El derecho a no pasar hambre. He aquí una libertad que la humanidad todavía está lejos de garantizar. En tan penosa constatación fundamenta su propuesta de "soberanía alimentaria" el Foro Mundial sobre la Reforma Agraria, que estos días reúne en Valencia a centenares de representantes de más de sesenta países. Estimulado por el impulso altermundialista del Foro de Porto Alegre de 2002, este encuentro enlaza con aquel viejo postulado de la FAO según el cual, en los países subdesarrollados, la reforma agraria es el paso previo al desarrollo, pero lo actualiza desde las nuevas sensibilidades ecológicas, humanitarias y antiglobalizadoras. Ello comporta contradicciones y contrastes. No resulta fácil, como intenta el polémico José Bové, congeniar la defensa del proteccionismo agrario en Europa con el apoyo a las posibilidades de mercado de los productores agrícolas africanos, asiáticos o latinoamericanos. Resulta científicamente muy discutible la oposición de la ecofeminista india Vandana Shiva a los cultivos y alimentos genéticamente modificados. También es cuanto menos arriesgada la identificación que postula Samir Amin de la globalización con un "capitalismo senil" que trata de imponer una "barbarie atroz". Pero ¿quién puede disipar sin mala conciencia los aspectos oscuros de la colonización comercial y alimentaria?, ¿quién no se siente incómodo ante la comercialización de patentes que afectan a la biodiversidad del planeta?, ¿quién no comparte que hay que hacer frente a las condiciones del capitalismo contemporáneo desde una profundización de la democracia y no sólo del mercado? Como dice con razón Vandana Shiva, "el hambre ocurre porque las personas no tienen derechos, no porque no haya alimentos". Ambivalente, como todos los movimientos críticos, el foro agrario que congrega en Valencia a agricultores y campesinos, pero también a representantes de organizaciones no gubernamentales, especialistas y científicos, es un crisol de inquietudes y alternativas que emite, además, una llamada de alerta internacional sobre el clásico problema, aún dramáticamente vigente en buena parte del planeta, de la pobreza y su relación con la estructura de producción y la propiedad de la tierra.
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