_
_
_
_
Reportaje:

Al aeropuerto, por piernas

Los usuarios del tren cruzan campo a través para llegar a la terminal de Manises ante la falta de un paso peatonal

Cristina Vázquez

Grandes vallas publicitarias colgadas de la fachada del aeropuerto de Manises anuncian con pompa a todo viajero que llega a la terminal de salidas que Valencia será la sede de la Copa del América en 2007. Un acontecimiento que las autoridades públicas quieren aprovechar para catapultar a todo el mundo la imagen de una Valencia dinámica y moderna.

El espejismo se rompe a escasos 300 metros de estos prometedores carteles, los que separan la terminal aérea del apeadero de la línea C-4 de Renfe (Valencia-Riba-roja del Turia), que comunica el centro de la ciudad con su aeropuerto. En la era de la intermodalidad y de los grandes nudos de comunicaciones, el tren y el avión se dan la espalda en Manises con los carteles de la Copa de fondo.

"Es una vergüenza que estemos a 10 pasos del aeropuerto y no haya una pasarela para peatones", se lamenta Jesús, de 62 años, que lleva 42 años volando entre Valencia y Bruselas por motivos de trabajo. Jesús conoce como la palma de la mano esta 300 metros clandestinos entre la terminal y el apeadero del tren, un circuito a la altura de una prueba de cross, apto sólo para "personas en forma", comenta Jesús con sorna. Y no exagera.

El viajero se encuentra al bajar del tren con una pasarela elevada para peatones que salva la vía férrea, pero que acaba al pie de un cruce de autovías y de cambios de sentido peligroso por la velocidad a la que circulan los coches. A continuación pegados al arcén llegan hasta la misma valla del aeropuerto, agujereada por tres o cuatro puntos por los que se internan en el aeropuerto. El goteo de personas es constante y el trayecto, arriesgado.

Un segundo atajo -un camino de tierra, igual de improvisado que el primero- conduce también al aeródromo unos metros más allá, pero en esta ocasión, los obstáculos a superar son las biondas o quitamiedos, los canales pluviales y una pequeña loma de pendiente vertiginosa, imposible para los que llevan maleta.

Valentina y Marta, estudiantes de una escuela de azafatas, recorren de lunes a viernes cuatro veces este trayecto.Estas dos estudiantes llevan desde que empezaron las clases en octubre -se imparten en una escuela ubicada junto al aeropuerto- llegando tarde, al igual que otros, por la falta de un paso peatonal. Ayer, un día lluvioso, hicieron tiempo en una cafetería cercana al apeadero hasta que paró de llover y emprendieron su marcha habitual.

Al igual que Valentina y Marta, los usuarios del tren, además de por gusto, eligen el transporte ferroviario porque en 20 minutos escasos llegas de la Estació del Nord de Valencia al aeropuerto por 1,5 o 2 euros. La alternativa es el servicio de Metrobus que, como explica Jesús, no llega hasta el centro de la ciudad, el taxi -depende de la hora, pero las carreras pueden costar entre 10 y 15 euros- o el vehículo privado, todos por carretera.

"Como venimos tantas veces, el otro día coincidimos con un pasajero que iba detrás de nosotras y le tuvimos que ayudar con la maleta porque solo no podía", cuenta Marta para la que el problema no es nuevo porque, advierte, uno de sus profesores les ha contado que esto ya pasaba cuando era alumno de la misma escuela. "Lo normal sería una pasarela peatonal", agrega la estudiante. "No creo que cueste tanto alargar la actual", especulaba poco antes Jesús.

Como Valentina, Marta y Jesús, recorre este camino François, estudiante, de 17 años, de la Universidad Jaume I de Castellón que aprovecha este puente para volver a casa a París aprovechando el puente festivo. O Enrique, de 35 años, de Vila-real, que se va a Malta a pasar unos días. Con ellos algunos trabajadores del aeropuerto y vecinos de Manises que reconocen que, a pesar de casi tocar la terminal, está difícil llegar a la puerta. Tan cerca, pero tan lejos.

Por este apeadero, que aparece en los mapas de la línea C-4 de Renfe con el nombre Aeródromo de Manises, pasan cada mes entre 800 y 1.000 pasajeros. Esa línea, según un acuerdo suscrito por el Ministerio de Fomento, Renfe, AENA y la entonces Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Generalitat, se cede a la Generalitat. De hecho, la consejería autonómica incorporará esta vía a su red de Metro y pondrá en servicio un tranvía que llegará hasta el mismo aeropuerto. La Administración central y la autonómica se han comprometido a acelerarla para que los visitantes que traiga la Copa del América puedan desplazarse de Valencia al aeropuerto o a la inversa sin andar campo a través. Hace unos años se barajó la posibilidad de construir una pasarela, pero la iniciativa no prosperó.

"Soy valenciano y, por motivos personales, viajo mucho últimamente a Hannover, en Alemania. Allí llegas y tienes un medio de transporte asequible para desplazarte por la ciudad. A veces, cuando vuelvo, me da rabia la imagen que damos porque ésta es la ciudad donde vivo", apunta Jaime, otro habitual de Manises.

Los carteles de la Copa del América y la tecnología del futuro de los barcos que compiten en el desafío náutico palidecen al fondo, cada vez que uno de estos viajeros cruza los 300 metros que separan el apeadero ferroviario de la terminal aérea.

Dos estudiantes de azafaras acceden al aeropuerto de Manises por uno de los huecos abiertos en la valla de las instalaciones.
Dos estudiantes de azafaras acceden al aeropuerto de Manises por uno de los huecos abiertos en la valla de las instalaciones.SANTIAGO CARREGUÍ

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Cristina Vázquez
Periodista del diario EL PAÍS en la Comunitat Valenciana. Se ha ocupado a lo largo de su carrera profesional de la cobertura de información económica, política y local y el grueso de su trayectoria está ligada a EL PAÍS. Antes trabajó en la Agencia Efe y ha colaborado con otros medios de comunicación como RNE o la televisión valenciana À Punt.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_