Las cadenas estadounidenses CBS y NBC rechazan la emisión de un anuncio contra la intolerancia religiosa

Dos de las principales cadenas de televisión de Estados Unidos, CBS y NBC, se han negado a emitir un espacio publicitario que fomenta la tolerancia religiosa y critica el rechazo de algunas confesiones a los feligreses homosexuales. Las cadenas, como empresas privadas, reclaman su derecho a aceptar o rechazar espacios publicitarios, pero varios grupos de defensa de los derechos civiles les acusan de ajustar su criterio al nuevo "mapa moral" surgido tras las elecciones presidenciales del mes pasado.

El anuncio, de 30 segundos, está financiado por la United Church Of Christ (UCC, Iglesia Unida de Cristo), una de las agrupaciones cristianas más progresistas de EE UU. La imagen muestra la puerta de un iglesia ficticia protegida por dos porteros voluminosos como si fuera la del club de moda. Sólo permiten la entrada a personas blancas; se prohíbe el acceso a una joven afroamericana, a un individuo de aspecto hispano y a dos hombres que parecen presentados como una pareja de gays. Un rótulo dice a continuación: "Jesús no rechazaba a nadie, y nosotros tampoco". La cámara muestra a un grupo que incluye a dos mujeres abrazadas, mientras un locutor añade: "La Iglesia Unida de Cristo. Seas quien seas o estés donde estés en el viaje de la vida, aquí eres bienvenido". El anuncio puede verse en la página oficial de la UCC, www.stillspeaking.com.

De las cuatro grandes cadenas, sólo la Fox aceptó el anuncio. La ABC lo rechazó como toda publicidad de grupos religiosos. La NBC y la CBS se negaron a vender espacios a la UCC porque el contenido implica que otras denominaciones cristianas rechazan a las minorías y a gays o lesbianas.

El presidente de la UCC, el reverendo John H. Thomas, aseguró que le parecía "irónico" que su anuncio se rechace después de una campaña electoral que ha incluido spots tan críticos entre los partidos que parecían insultantes. Para un portavoz de la UCC, la situación "recuerda la censura de los años cincuenta, cuando algunas cadenas se negaban a mostrar gente de color en televisión". Según Thomas, "las elecciones han creado un contexto en el que los medios están más preocupados por la moral y por el miedo a despertar la ira de los movimientos conservadores".