Un informe pedido por Garzón niega la relación entre islamistas y ETA

El informe solicitado por el juez Baltasar Garzón a la Comisaría General de Información sobre las posibles vinculaciones entre terroristas de ETA y terroristas islamistas niega que existan tales conexiones. El juez, que ya tiene en su poder el informe, solicitó esta investigación especial a raíz del hallazgo, en la celda de un presunto terrorista islamista detenido, de un papel con los nombres de dos conocidos terroristas etarras.

El juez Baltasar Garzón desencadenó en octubre la llamada Operación Nova contra la célula que pretendía volar la Audiencia Nacional en la que fueron detenidos varios terroristas islamistas que ya estaban en prisión. Uno de ellos fue Abdelkrim Bensmail, en cuyo poder Instituciones Penitenciarias halló un papel con los nombres de los etarras Henri Parot y Harriet Iragi así como la dirección de la cárcel de Córdoba, en la que los dos terroristas se encuentran.

Garzón ordenó entonces que se investigara esa conexión. El Coordinador de Seguridad de Instituciones Penitenciarias hizo un rastreo de toda la correspondencia de Bensmail y de los dos etarras desde 1997, fecha en la que el argelino miembro del GIA ingresó en prisión. "No hay constancia de correspondencia directa", contestó el coordinador de Seguridad, que es el mismo que cuando gobernaba el PP. Pero el juez pidió que se hiciera un informe más amplio, que abría el abanico de posibles conexiones.

Dicho informe llegó hace dos semanas al juzgado, según fuentes jurídicas, y subraya estas conclusiones: del rastreo "histórico" de conexiones ideológicas, de objetivos y estructurales no se ha encontrado punto de contacto; "no hay constancia de relaciones o conexiones en las redes de financiación o de aprovisionamiento de material"; no hay datos que avalen la hipótesis de contacto directo "en campos de entrenamiento de terroristas islámicos"; ni correspondencia directa entre Bensmail y los etarras Iragi y Parot.

La Unidad Central de Información Exterior (UCIE) ya había remitido antes otro documento donde excluía cualquier relación operativa entre el terrorista islamista Bensmail -lugarteniente del supuesto jefe del 11-M, el suicida Allekema Lamari- y los etarras Parot e Iragi.

Aquel informe, como el conocido ahora, fue incorporado al sumario que se sigue por la Operación Nova, que investiga a la célula islamista de los Mártires por Marruecos que pretendía volar la Audiencia Nacional.

El informe recordaba que históricamente ETA mantuvo relaciones con terroristas argelinos y que mantuvo campos de entrenamiento en países en los que dominaba un determinado tipo de ideología y que toleraban el terrorismo, como Yemen, Libia o Argelia, pero que esa situación ha cambiado radicalmente.

Añadía que, a pesar de que en el registro de la celda de Bensmail en la prisión de Villabona (Asturias) fue encontrada una agenda con papeles sueltos manuscritos en español y en árabe, con diversas direcciones en España y en el extranjero, entre los que figuraban los dos etarras, no había constancia de que hubieran mantenido contacto alguno.

Parot es un francés que era integrante del comando Argala o itinerante de ETA, autor de una treintena de atentados con víctimas mortales y que se encuentra en prisión desde 1992, después de que fuera detenido a las afueras de Sevilla. Iragi era miembro del comando Andalucía y fue detenido en Sevilla en octubre de 2000, inmediatamente después de asesinar al médico militar Antonio Muñoz Cariñanos.