Convergencia contable

El nuevo plan de saneamiento de la Generalitat pretende devolver a las cuentas autonómicas una cierta racionalidad y evitar que empeore la situación financiera en los próximo años. La Generalitat ha presupuestado en estos años de acuerdo al Plan General de Contabilidad y no con los criterios del SEC-95, que se emplean en la contabilidad nacional, y que se decantan por el criterio de caja, es decir lo que se tiene y no lo que se tendrá. Así, los responsables autonómicos de Hacienda han presupuestado y reconocido como ingreso el 2% de las entregas a cuenta del nuevo modelo de financiación, lo que ha provocado un ajuste de por sí negativo en términos de contabilidad nacional. Con el plan aprobado, la Generalitat sólo presupuestará en 2005 el 98% de las entregas a cuenta que el Ministerio de Economía ha facilitado. Según la consejería de Economía, el nuevo modelo de financiación aprobado en 2002 no ha permitido conocer la liquidación de aquel ejercicio hasta este año, que asciende a 289 millones de euros. En 2005 la comunidad autónoma podrá presupuestar como ingreso la previsión de liquidación de 2003 y que asciende, según el Ministerio a 411 millones de euros. El consejero Gerardo Camps concluye que estos ingresos "tendrán efectos positivos" en la reducción del déficit en términos de SEC-95.

El consejero advierte en el propio plan de saneamiento de que las finanzas públicas valencianas podrían mejorar en los próximos años si la Administración central dota de más capacidad normativa a las comunidades autónomas en materia de impuestos especiales, compensa el gasto sanitario que genera la población desplazada y actualiza el modelo de financiación sanitaria de acuerdo con el patrón de crecimiento demográfico.

Por último, la Generalitat ha pedido al Gobierno central que mantenga una inversión pública acorde con el peso relativo del PIB valenciano en el conjunto de España. También ha reiterado que el Consell que preside Francisco Camps fomentará el aumento de la participación privada para mantener los actuales niveles de inversión en infraestructuras.