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La oposición acusa a Camps de dar aliento a los ultras con su actitud

El Consell propone a Pla acordar criterios sobre el valenciano en la UE

La alarma cundió ayer en medios políticos valencianos por el protagonismo de grupos extremistas en la manifestación contra la unidad de valenciano y catalán celebrada el sábado en Valencia. Desde la oposición, PSPV y Esquerra Unida acusaron al presidente Camps de alentar a los ultras con su actitud en la polémica de la lengua. El portavoz del Consell, Esteban González Pons, invitó al socialista Joan Ignasi Pla a "consensuar una línea común" para el memorándum del Gobierno ante la UE, aunque se burló de su escasa influencia ante Zapatero.

"El valenciano se defiende en las instituciones, y no en la calle". El portavoz de la ejcutiva del PSPV-PSOE, Manuel Mata, fue muy explícito en declaraciones a la SER. "Camps debe explicar con rotundidad si acatará el dictamen de la Acadèmia Valenciana de la Llengua. En ese caso, no tendrán justificación las manifestaciones".

La toma de posición de los socialistas fue clara en el sentido de que la Acadèmia Valenciana de la Llengua debe pronunciarse, en la línea del dictamen que el Consell ha pretendido frenar y que se votará el próximo 22 de diciembre. El documento defiende la denominación tradicional, estatutaria, de valenciano al tiempo que reconoce la unidad lingüística a través de la fórmula de valenciano / catalán para determinados ámbitos. La doble denominación resolvería el problema planteado en la UE al proponer dos versiones de la Constitución europea idénticas, una valenciana y otra catalana, que el Gobierno ha decidido incluir como denominaciones de una misma lengua.

La manifestación del sábado, convocada al calor de la ofensiva desencadenada por los populares contra el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero, -que dudó en la gestión de la polémica y dio pie al líder de Esquerra Republicana de Catalunya, Josep Lluís Carod Rovira, a interferir con un ultimátum sobre la cuestión bajo la amenaza de no apoyar los Presupuestos Generales del Estado-, causó alarma en numerosos sectores políticos y sociales, por el protagonismo de grupos ultras como España 2000 en una protesta que congregó a miles de personas.

Mientras el Consell se limitaba a mostrar su "total respeto" por los manifestantes, EUPV y PSPV-PSOE acusaron al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, de alimentar con su actitud sobre la lengua, "un monstruo" que "no va a poder controlar" y señalaron que "jugar con los sentimientos siempre tiene el riesgo de que gente de buena fe sea confundida por grupúsculos que están en contra de la democracia".

En una aparente inflexión de la línea de choque frontal de las últimas semanas, el portavoz del Consell, Esteban González Pons, ofreció ayer al secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, acordar una línea común en defensa del valenciano para el memorándum que prepara el Gobierno sobre la reforma del reglamento lingüístico en la UE, en el que estarán presentes todas las lenguas cooficiales. González Pons propuso a Pla una reunión preparatoria antes del miércoles, fecha en que se celebrará el encuentro en Madrid, al que asistirán el presidente Rodríguez Zapatero y el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. Sin embargo, González Pons se burló acto seguido de Pla al asegurar que ha reconocido que el Gobierno socialista "no le consulta los temas que afectan a la Comunidad". Por eso se ofreció con sorna a trasladar al Gobierno "la posición del PSPV y ser el mediador de los planteamientos del señor Pla con el Gabinete Zapatero-Moratinos".

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González Pons afirmó que el Gobierno valenciano "va a defender, como lo ha hecho siempre con nuestras señas de identidad (ayer mismo el consejero de Educación, Alejandro Font de Mora, protestó ante la ministra por el uso del término "País Valenciano" en el programa de unas jornadas), que el valenciano tenga el mayor reconocimiento posible en el reglamento lingüístico europeo y, por supuesto, el mismo rango que cualquier otra lengua cooficial". En este sentido, añadió: "Creemos que el señor Pla debe ir también de la mano de los valencianos".

González Pons destacó que la Generalitat "quiere ir de la mano del PSPV en este tema" y "ya que su partido no cuenta con él [Joan ignasi Pla], nosotros le ofrecemos que esté al lado de los valencianos en la defensa de nuestra lengua en las instituciones europeas y lograr alcanzar el reconocimiento que merece". El portavoz del Gobierno valenciano manifestó también que el Consell no consentirá "ninguna broma respecto a la denominación de nuestra lengua estatutariamente reconocida". "Esperemos que el Gabinete Zapatero-Moratinos no vuelva a hipotecarse ni a someterse a los intereses de un grupo minoritario como es ERC", dijo González Pons, quien se preguntó si Carod-Rovira pedirá "a los catalanes que no apoyen la Copa América de Valencia 2007, igual que ha pedido que no se apoye a Madrid como candidata a los Juegos Olímpicos del 2012".

Precisamente Carod-Rovira, pero también el presidente de Cataluña, Pasqual Maragall, y el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, fueron blanco de los gritos e insultos de los manifestantes el sábado. Una manifestación cuyos convocantes también dirigieron sus dardos hacia el PP y el Consell. Juan García Sentandreu, principal organizador del acto, señaló que su formación, Coalición Valenciana, "promoverá, antes del día 13 de diciembre, un memorándum de lenguas minoritarias europeas, que será remitido a la Comisión Europea y a la Comisión de Cultura del Parlamento Europeo, en el que aparecerá el valenciano y, diferenciado, el catalán". García Sentandreu, que el sábado arremetió contra el Consell, el PP y la Acadèmia Valenciana, propuso a la Fundación Broseta "aunar los manifiestos en defensa de la identidad" que promueve esa entidad y el que se leyó al término de la manifestación.

"Principal convocante"

Una manifestación de la que la coordinadora de EUPV, Glòria Marcos, dijo ayer que Camps "fue el principal convocante"al haber utilizado el tema de la lengua como "una cortina de humo para ocultar la crisis del PP". Según Marcos, el presidente de la Generalitat "ha utilizado las peores claves, tópicos y fantasmas de la transición, y alimentando un monstruo que no sólo es muy negativo para toda la sociedad sino que va a crear muchos problemas a los populares". "Camps ha vuelto a despertar el tipo de batallas que acaban muy mal y él será el principal responsable", añadió.

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