La 'Chinatown' del sur

Mientras dos niños chinos juegan sentados en el rellano de una tienda de todo a cien de Usera, a unos cien metros un grupo de ciudadanos, también chinos, esperan su turno en una peluquería viendo en la televisión del vestíbulo una película de artes marciales. El cristal está repleto de letreros en chino con los precios de los peinados. Un peluquero chino con el pelo teñido de amarillo pone los rulos a una mujer que sostiene a su hijo en brazos. En otra calle cercana hay una librería-papelería china que ofrece libros, películas y música para amantes del mundo oriental. Los restaurantes chinos proliferan en las calles, al igual que las tiendas de chucherías y las de decomisos regentadas por ciudadanos procedentes de China. Hay establecimientos para liberar los teléfonos móviles en cada esquina. El distrito de Usera es un pequeño Chinatown donde en muchos comercios sus empleados no hablan ni una palabra de español y necesitan los gestos para hacerse entender. Son chinos y sólo hablan en chino porque la mayoría de sus clientes también lo son, al igual que la gente con la que se relacionan en su vida privada.

A diferencia de otros barrios, los chinos que trabajan en Usera también viven allí

En Usera, los vecinos chinos forman la tercera colonia extranjera más importante del distrito con 2.734 ciudadanos empadronados, tan sólo por detrás de los ecuatorianos (6.629) y de los colombianos (3.551). A diferencia de lo que ocurre en la zona Centro, los chinos que trabajan en Usera también viven en este distrito, sus hijos van a los colegios del barrio y utilizan los servicios que les ofrece la junta municipal. También es en esta zona de la capital donde se asienta parte de una cara negativa: las mafias chinas encargadas de los talleres clandestinos de fabricación de ropa o de pirateo de DVD. "Venimos a vivir a Usera porque aquí es donde están las naves y los comercios donde trabajamos y los alquileres están más baratos que en otros sitios", explica escuetamente el dependiente de una tienda. Las dificultades con el idioma hacen que éste sea una barrera compleja cuando los residentes chinos acuden a los centros de salud o a los servicios sociales en busca de ayuda.

El distrito que acoge al colectivo chino tomó su nombre de una familia, la de Marcelo Usera, coronel del ejército y dueño de buena parte de las tierras de esta zona situada a orillas del Manzanares. Siempre ha sido un distrito obrero, aunque en las nuevas construcciones ya predomina una clase media. En esta zona de la capital hay un norte y un sur. En este último predominan los barrios de vivienda social como Orcasitas, Orcasur y San Fermín, que se construyeron para alojar a familias chabolistas de la zona. En Usera han existido importantes núcleos de marginación social y venta de drogas como el Rancho del Cordobés y Torregrosa, ya desmantelados.

Éste es el distrito con menor renta per cápita anual (8.086 euros), muy por debajo de la media de la capital (11.961 euros). También es el segundo con más paro (9,6%) y sus viviendas son de las más baratas (1.780 euros). La población inmigrante, en total, asciende a un 17,4% (22.822 personas). En cuanto a la población en edad escolar (menores de 16 años), hay un total de 3.748 chicos y chicas que no son españoles (un 20,2%). Los barrios que más porcentaje de ciudadanos extranjeros tienen son Almendrales, donde ya alcanzan un 25,7%, y Pradolongo (24,9%). El enorme parque de este último barrio, con una silueta surcada por las enormes torres de alta tensión, ha sido siempre punto de encuentro de la población hispanoamericana, sobre todo de colombianos. Los masivos encuentros que se celebran los fines de semana se convierten con la llegada del frío en reuniones más tranquilas, centradas sobre todo en la práctica de algún deporte. En las laderas de esta zona verde, conocida entre los inmigrantes como "el parque del Doce de Octubre" (por su cercanía con el hospital), un domingo por la tarde se mezclan las parejas de latinoamericanos con los jubilados de la zona que salen a pasear. Precisamente fueron los extranjeros de origen colombiano los primeros que se instalaron en el distrito. Crearon enseguida una asociación de residentes y de comerciantes. "Un colombiano sabe que en Usera puede encontrar compatriotas, por eso nos instalamos aquí, porque tenemos gente que nos apoye", explica uno de los asiduos al parque de Pradolongo.

Al lado de las colonias colombianas o chinas convive desde hace años un grupo de inmigrantes marroquíes procedentes del barrio del Pilar y del barrio de Fuencarral y que fueron realojados en Usera, y un pequeño grupo de inmigrantes bolivianos recién llegados a la zona.

Junto a los barrios multiculturales de Pradolongo y Almendrales hay otros barrios en Usera, también de clase trabajadora, como Orcasitas y Orcasur, con una presencia mínima de inmigrantes. Esto se debe a que en estas zonas apenas se alquilan pisos. Sus casas fueron construidas por el Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima) para alojar a familias de bajos recursos y sus adjudicatarios no las pueden arrendar.