La Generalitat va a crear un nuevo instituto de paleontología en Tarragona
Dirigirá el centro Eudald Carbonell, codirector de Atapuerca
El Consell Executiu de la Generalitat estudiará y probablemente aprobará el próximo martes la constitución de un nuevo instituto de paleontología. El centro, que se ubicará en Tarragona bajo la dirección de Eudald Carbonell, codirector de las excavaciones de Atapuerca, pretende convertirse en núcleo de referencia internacional en el ámbito de la investigación de la evolución y el comportamiento humano.
En la nueva propuesta científica, dada a conocer ayer por el propio Carbonell y Carles Solà, titular del Departamento de Universidades, Investigación y Sociedad de la Información (DURSI), se integrarán 30 investigadores en el periodo 2004-2008 bajo el paraguas de una fundación en la que participan el propio DURSI, la Universidad Rovira i Virgili y el Ayuntamiento de Tarragona.
Los objetivos del centro, según declaró ayer Carbonell en un acto organizado por la Asociación Catalana de Comunicación Científica, son incorporar las "nuevas visiones" que aporta la suma de disciplinas en apariencia tan alejadas como la biología, la geología, la botánica, la arqueología y la antropología social. Detrás de ellas, señaló el investigador, se esconde el interés por explicar "los distintos mecanismos de adaptación del Homo sapiens" a entornos cambiantes o, lo que vendría a ser lo mismo, considerar las ciencias sociales también "como base de la evolución".
El centro, que tiene un presupuesto de 100.000 euros en 2004 -para 2005-08 se prevé un contrato programa de 1,74 millones de euros-, nace con "voluntad multidisciplinar" y con la intención de "descubrir oportunidades", indicó Carbonell. De la primera intención da fe el largo nombre escogido: Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social. Sobre lo segundo, se pretende ir más allá de la catalogación de yacimientos y de nuevos descubrimientos arqueológicos para intentar establecer "estrategias que conecten la riqueza cultural catalana".
En opinión de Carbonell, existen en Cataluña suficientes yacimientos de rango internacional como para que las distintas administraciones los potencien como centros de atracción científica y económica. El reciente hallazgo de Pau, las excavaciones del Abric de Romaní y el ejemplar de Driopythecus laietanus descubierto por el Instituto Crusafont de Sabadell, expuso, son ejemplos reconocidos. "Lamentablemente, nadie ha tomado la iniciativa", denunció.
El consejero Solà admitió que no ha considerado aún la opción esbozada por Carbonell tras aguantar el ácido chaparrón que el investigador soltó sobre las deficiencias de la política científica. Solà admitió la necesidad de potenciar mecanismos de coordinación entre distintos departamentos y matizó: "Estamos impulsando nuevas iniciativas que solucionen algunos de los problemas que arrastramos". Entre otros, citó los dos parques científicos de Barcelona, cuya financiación estaba comprometida y para los que "ya se ha hallado una solución", y el incremento presupuestario del DURSI, que aumentará más del 30% en 2005.
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