Jaime Caruana estima que la economía mantendrá el mismo empuje al cierre de 2004 y durante 2005

A la vista de los últimos datos de crecimiento, lo más probable es que la economía española registre, tanto este año como el próximo, tasas cercanas al 2,6% del tercer trimestre. El gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, lanzó ayer este pronóstico en su intervención ante la Comisión de Presupuestos del Senado. Caruana vinculó la cifra de 2005 a la evolución que registre la economía internacional. No obstante, es previsible que permanezca "relativamente estable, no muy alejada de la [evolución] actual", añadió.

El responsable del Banco de España realizó una advertencia al Gobierno: si quiere mejorar los problemas de competitividad, es necesaria "una combinación de políticas monetaria y fiscal menos holgada". Como el contexto monetario viene determinado por el Banco Central Europeo, la única herramienta que el Gobierno puede emplear es la política presupuestaria. En este sentido, considera insuficientes las medidas fiscales puestas en marcha en las cuentas de 2005 para frenar los desequilibrios de la economía. "El tono de la política fiscal programado para 2005 podría resultar insuficiente para corregir la orientación moderadamente expansiva que está teniendo durante el presente ejercicio", señaló.

Como aspecto positivo de las cuentas públicas, Caruana elogió el "esfuerzo para reflejar de manera más exhaustiva la situación de las finanzas públicas, aunque haya supuesto el reconocimiento de algunos gastos que no estaban programados en los Presupuestos de 2004 y la asunción de la deuda acumulada por algunas empresas públicas, como RTVE o Renfe". Caruana instó a introducir reformas que impulsen la productividad, la iniciativa empresarial y la capacidad de innovación.

En vivienda, el gobernador pidió reformas en la regulación del suelo, de forma que la oferta sea más flexible. Respecto al endeudamiento que genera en los hogares, resaltó que no se perciben cambios en la "tendencia creciente" de esa deuda, sino que el crédito hipotecario ha vuelto a acelerarse. En este contexto, continúa "creciendo la sensibilidad de las decisiones de gasto" de los hogares ante la posibilidad de que aumenten los tipos de interés, advierte Caruana.