"La música antigua es la más moderna que existe"
La revista Goldberg, una publicación bimensual especializada en música antigua, vende cerca de 17.000 ejemplares en ediciones en castellano, inglés y francés, que se distribuyen mayoritariamente por suscripción en 46 países. Al frente del equipo que edita Goldberg desde Noain (Navarra) está Javier Rozas.
Pregunta. El periódico The Washington Post dijo cuando apareció Goldberg que era "la revista más espléndida en el campo en expansión de la música antigua". ¿Se le ocurre mejor piropo?
Respuesta. Cuando The Washington Post dijo eso
nos ayudó mucho, porque este es un negocio difícil. Si solo tuviera una dimensión española, no tendría futuro. Goldberg se salva porque es multinacional y se distribuye en 46 países. Ahora es una realidad que se ha visto consolidada por la respuesta del mercado. Otra cuestión es que el movimiento de la música antigua ha cambiado mucho, y nosotros nos hemos ido adaptando. Si hace siete años éramos la mejor revista, hoy no sólo somos la mejor, sino que prácticamente somos la única en el mundo con una visión internacional del tema. Hay publicaciones en este campo que se han quedado reducidas a un ámbito nacional y están un poco fastidiadas.
P. ¿Cómo se explica que la música con más de 250 años de antigüedad tenga más éxito que la contemporánea?
R. La música antigua es la más moderna de todas las músicas. Grandes compositores están bebeiendo de las fuentes de la música renacentista, en una mirada al pasado de la música contemporánea. La Novena de Beethoven es maravillosa, pero la hemos oído tantas veces que ya no nos dice nada, y lo mismo pasa con la gran música sinfónica que estamos acostumbrados a escuchar. En la música antigua hay miles de partituras escritas que se han interpretado una vez, que nunca lo hemos oído. Los archivos están llenos, es una música con capacidad de redescubrir, de innovar nuestra estética. Grandes directores han puesto de actualidad la música renecentista y barroca, y ya no se paran en Bach, siguen hasta Mozart, hasta Schubert. Esto demuestra que estabamos trabajando sobre un concepto de música antigua un poco equivocado. No es un concepto temporal: la música antigua no es la que termina en 1750.
En un concepto más amplio, música antigua es una forma de interpretar con los criterios historicistas con los que la música fue escrita.
P. ¿Por qué la música clásica que se compone hoy tiene tantas dificultades para salir adelante?
R. Yo creo que no tiene más dificultades que las que tenía en el siglo XVII, XVIII o el XIX la música de la época. Quizá cuando llegó el barroco se prefería la música renacentista, y cuando llegó el clasicismo, les gustaba menos que el barroco. Es cuestión de irse adaptando. Quizá en la música el proceso vaya con más lentitud, quiza sea más difícil expresar valores estéticos que lleguen al corazón de las personas con la música que con otras artes; quizá, por eso, admitimos mucho más fácilmente moviemientos pictóricos de vanguardia que movimientos musicales de vanguardia. Pero van llegando. Las orquestas van estrenado poco a poco obras de compositiores contemporáneas, y obras de encargo.
P. ¿Cómo se puede impulsar ese proceso?
R. Lo importante es que no se dejen de desarrollar las políticas de incentivo de la composición porque si no dentro de 50 años no tendremos música clásica. Es complejo, se mueven en estéticas musicales difíciles para un público acostumbrado al sinfonismo del XIX. Hay que educar a la gente en la nueva música, en las nuevas formas de expresión musical.
P. ¿Qué papel debe jugar una publicación como Goldberg?
R. Debe tratar de materializar algo tan inmaterial como la música, situarla en un contexto social y cultural. En Goldberg se puede aprender de las personas que están alrededor de la música: de los compositores y los intérpretes.
PERFIL
Javier Rozas (Pamplona, 1951) estudió Ciencias de la Información, trabajó en el 'Diario de Navarra' y pasó por la política antes de implicarse en el proyecto de la revista 'Goldberg'. La música antigua no agota sus gustos musicales
ni sus proyectos editoriales. Acaban de lanzar el suplemento 'Variaciones Goldberg', una publicación gratuita de la que ya distribuyen en auditorios y conservatorios 40.000 ejemplares.
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