"En España la actitud racista se considera banal"
Tras los incidentes en Madrid con motivo de los partidos España-Inglaterra, tanto el de las selecciones absolutas como el de las sub 21, en los que fueron insultados jugadores negros, Patrick Vieira, capitán de la selección francesa y del Arsenal, opina al respecto.
Pregunta. ¿Cómo reaccionó después de los excesos racistas de los aficionados españoles frente a los jugadores negros ingleses?
Respuesta. No me sorprendió porque yo viví lo mismo con el Arsenal en la Champions en Valencia y A Coruña: los gritos de mono y los insultos. Eso duele, porque todos tenemos nuestra sensibilidad, y nos afecta. En la vida cotidiana, si alguien nos insulta en la calle, sea blanco, negro o amarillo, nos entran ganas de arremeter contra él. Pero tenemos una profesión en la que debemos dar ejemplo. Lo intentamos, pero es difícil contenerse. Hace unos años, seguramente me habría vuelto loco, pero hoy ya no me lo puedo permitir. Con el tiempo y las responsabilidades de capitán, me he tranquilizado.
P. ¿Qué siente ante situaciones semejantes?
R. Incomprensión. Nosotros estamos ahí para hacer nuestro trabajo, para ganar los partidos. Que el público contrario nos silbe cuando tocamos el balón forma parte del juego. Pero hay límites que no se deben sobrepasar.
P. Después de que el seleccionador español, Luis Aragonés, llamara a Henry "negro de mierda", ¿lamentó que el asunto se enterrara?
R. La falta de reacciones tras las declaraciones de Aragonés demuestra que las actitudes racistas se consideran banales en los campos de juego de España. Me sentí también decepcionado de que ni la FIFA ni la UEFA le hicieran al menos una observación para condenar su conducta. A pesar de todo, es el entrenador de España. Si los jugadores tenemos el deber de dar ejemplo, los entrenadores aún más. No se pueden permitir semejantes comentarios, sobre todo cuando aparecen después en los periódicos y las televisiones.
P. "En el marco de mi trabajo, empleo un lenguaje familiar gracias al cual nos entendemos todos en el mundo del fútbol", se justificó el seleccionador español.
R. Toma a todos los futbolistas españoles por idiotas. Y toma a todos los jugadores por idiotas. Eso no tiene ningún fundamento. Es una hipocresía.
P. Los problemas de racismo en el fútbol no se limitan a España.
R. En Italia nos enfrentamos a los mismos problemas con el Arsenal. Hace dos años, en la Liga de Campeones, contra el Lazio, fui insultado por Mijailovic durante el partido. Pero, a diferencia de España, el club castigó enseguida al jugador. Además, es todavía más difícil de encajar cuando proviene de un futbolista. Con los aficionados, uno puede decirse que se trata de imbéciles que insultan a los jugadores de color del equipo contrario cuando los tienen en su propio equipo.
P. ¿Se ha visto enfrentado al racismo en Francia?
R. He seguido lo que pasó en Bastia: es difícil de aceptar. Yo crecí en Dreux, donde el Frente Nacional dirigía la ciudad. Había muchos africanos y siempre hemos sentido esa tensión. Crecimos con ella. Yo he sentido el racismo. Pero, por otra parte, eso me ha hecho más fuerte. La mirada de los otros me ha hecho fuerte en mi determinación, en mi deseo de demostrar que soy el mejor. A pesar de todo lo que puedan pensar de mí. He crecido con esa mirada. Pero hoy no siento odio. Quiero conservar sólo las cosas buenas. Ese daño me ha hecho más duro, me ha empujado a tener éxito. Una mirada o una reflexión no van a hacer que me dé por vencido. No digo que Francia sea racista. Mis padres abandonaron Senegal para ir a Francia y todo fue muy bien, aunque hubo que superar obstáculos en la vida diaria. Pero si se habla de racismo en Francia es que probablemente existe más de lo que se pueda pensar.
P. ¿La situación es diferente en el Reino Unido?
R. Llevo aquí ocho años y nunca he tenido que quejarme del racismo. No digo que no lo haya, porque estoy convencido de que eso existe en la vida cotidiana, pero en el campeonato inglés ni mis amigos ni yo hemos sido víctimas de él. En Inglaterra se lucha contra el racismo. Hace algunas semanas participé en una jornada de sensibilización de jóvenes en el ámbito de la campaña antirracista Kick it out
[juego de palabras intraducible que viene a querer decir "échalo a patadas" o "libérate de él"]. Les hicimos partícipes de nuestras experiencias personales explicándoles que el racismo no tiene lugar en el fútbol. Hace 20 años que los ingleses luchan contra el racismo. Y en todos los ámbitos. Cuando enciendo la televisión, veo personas de color que presentan el telediario. En Francia, no.
P. El equipo campeón del mundo en 1998, encarnación de una Francia black, blanc, beur
[negro, blanco, beur, nacido en Francia de padres inmigrantes magrebíes]. ¿Se adhirió usted a este lema?
R. Zidane marcó dos goles en la final. Fue la ocasión para decir que este equipo era un modelo de integración multicultural. Se quiso utilizar a este equipo como la imagen de Francia. Pero después...
P. Usted se entrevistó con Jacques Chirac el 18 de noviembre. ¿Abordó la cuestión del racismo?
R. No. Hablamos de cosas algo más alegres: de los progresos del equipo de Francia, de mi vida en Inglaterra y de la asociación Diambars que he desarrollado en Senegal con otros jugadores para permitir a los niños salir de ahí gracias al fútbol.
© Le Monde / EL PAÍS
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