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Los premios MTV Europa tienen este año fuerte sabor americano

Enrique Bunbury ganó el correspondiente a la música española

Enric González

Lo más europeo de la velada fue probablemente una palabra italiana, stronzo, que significa gilipollas. El presentador, Xsibit, se la dedicó a George W. Bush al principio del espectáculo, como para cumplir el expediente y quedarse tranquilo. El resto de la noche de los premios MTV Europe, marcada por un Eminem sensacional como siempre y modoso como nunca, transcurrió con buenas maneras.

Fue una velada plagada de tópicos, sentido del espectáculo y un genuino sabor americano que se extendió a los galardonados: Outkast, Usher, Britney Spears y Alicia Keys. Dentro de los "premios nacionales", el correspondiente a la música española se lo llevó Enrique Bunbury.

MTV organizó un doble acontecimiento. En Tor di Valle, a las afueras de Roma, estaba el show televisivo, con su alfombra roja, sus modelos de alta costura, sus sonrisas de Hollywood, sus figurantes disfrazados de legionarios romanos, sus gritos de "Goodnight Romaaaa" y "Dolce vitaaaa", su Eminem y sus 6.000 afortunados con entrada. En el centro de la ciudad, con el Coliseo como fondo y pagado por el Ayuntamiento, se ofreció un concierto gratuito al que asistió mucha gente. Más de los 15.000 que calculó la policía, quizá afectada por el hábito de dividir por 10 las cifras de manifestantes contra Berlusconi y la guerra de Irak, pero seguramente menos de los 200.000 estimados por la cadena de televisión.

Eminem rompió el fuego en Tor di Valle, sacando al escenario (un maravilloso caleidoscopio en continuo movimiento) un tanque, un pelotón de niños soldados y a la que definió como "mi banda", D12. Interpretó Mosh, su himno contra Bush; Toy soldiers, su himno contra la guerra, y Lose it, y aunque muy pocos debieron entenderle provocó un justificado entusiasmo. Lo que no hizo fue escandalizar. Eminem está en una fase pontifical y ecuménica en la que prima la disculpa sobre la provocación.

Eminem no fue la única sorpresa. Lo fue también una ausencia, la de U2, o al menos la de Bono, que debía haber presentado el premio humanitario Free Your Mind a La Strada, una organización que se dedica a rescatar a prostitutas-esclavas importadas hacia Europa occidental desde los países del Este. Tampoco se presentó Prince, aunque eso ya estaba más o menos previsto.

Era la noche "europea" de MTV, pero todos los premios fueron a parar a artistas americanos. Para Outkast, los de mejor grupo, mejor canción (Hey ya) y mejor vídeo; para Britney Spears (que no estaba, pero dejó grabados unos mohínes de agradecimiento), el de mejor artista femenina, y para Usher, el de mejor artista masculino.

Con el fin de compensar la inevitable hegemonía estadounidense y reconocer de alguna forma la "excepción cultural", MTV concede también unos "premios nacionales" a los mejores artistas de cada país del continente. El de España fue para el ex "héroe del silencio" Enrique Bunbury. El de Italia lo obtuvo Tiziano Ferro, quizá el único asistente a la gala que lucía traje y corbata. También iba trajeado el alcalde de Roma, Walter Veltroni, pero éste, después de felicitarse por el éxito de la noche y de afirmar que mil millones de personas habían visto "una ciudad llena de energía y de gente feliz y sin miedo", se retiró temprano a dormir.

Después de la gala de Tor di Valle y del concierto del Coliseo se celebraron grandes fiestas que concluyeron muy, muy, tarde.

Eminem durante su actuación en la gala de los premios MTV.
Eminem durante su actuación en la gala de los premios MTV.ASSOCIATED PRESS

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