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Reportaje:FÚTBOL | 12ª jornada de Liga: el gran clásico

El duermevela del depredador

Ronaldo, que ve amenazada su supremacía ofensiva, recuerda que lleva "dos partidos y dos goles" contra los azulgrana

Diego Torres

Ronaldo llegó a Madrid el jueves por la tarde en un chárter desde Quito, junto a Roberto Carlos y Ronaldinho, sus compañeros españoles en la selección brasileña, y quienes le vieron le apreciaron "picado" y "hecho polvo" al tiempo. Se presentó en Las Rozas, a la mitad del entrenamiento madridista, en estado casi soporoso. Medio dormido y musitando comentarios inconexos sobre el desaguisado que espera montar en el Camp Nou, donde hay varios elementos que le retan. Eto'o y Ronaldinho han activado en él ese instinto que da vida a los depredadores amenazados.

Para hacer un buen partido Ronaldo deberá reponerse del desgaste físico del viaje transoceánico, que también ha debido de afectar a sus acompañantes. Los médicos del Madrid entienden que su agotamiento no se produjo en el partido mundialistas contra los ecuatorianos, jugado, y perdido, a 3.000 metros sobre el nivel del mar, sino en las más de diez horas de vuelo.

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Las mismas, claro, viajó Ronaldinho, con el que hoy se reencontrará para afrontar un clásico sobre el que apenas hablaron durante el periplo. Como dijo ayer Ronaldo, mostrando una sonrisa llena de dientes: "En Quito estábamos tan alto que no podíamos ni hablar".

"Lo único seguro del partido con el Barça", apuntó Ronaldo, con un rastro de embotamiento en la cara, pero repuesto de la falta de oxígeno, "es que el público nos pitará. Lo demás es incierto. Ellos no están mucho mejor que nosotros. Ya veremos al final del curso. Llevan muchos años sin ganar títulos y eso les supone más presión. Nosotros, a lo nuestro. Estamos con una moral muy grande. Sobre todo, después del último partido. Porque veníamos ganando por un gol de ventaja y necesitábamos una goleada. Con el 6-1 sobre el Albacete nos hemos ido arriba".

La preparación que Ronaldo ha hecho para enfrentarse al Barça se ha basado en comer y dormir bien. En estos casos, según los galenos, las horas de entrenamiento son un elemento accesorio que se subordina a lo que ellos llaman "recuperación". Lo mismo ha ocurrido con los otros madridistas que jugaron entre semana con sus respectivas selecciones, pero ninguno de los titulares de hoy estará más castigado que él. Quizá a favor del brasileño opere su entusiasmo: "Llevo dos partidos y dos goles contra el Barça. Ojalá que pueda seguir marcando. La verdad es que esta campaña he bajado un poquito la media. No sé si será porque estoy defendiendo más que en otras, porque lo es cierto es que ocasiones he tenido muchas, pero las he fallado".

Ronaldo ha cumplido 28 años y tiene la vida más ordenada que nunca, camino, como está, de su segunda boda. Pero es conciente de que su corona de máximo delantero mundial está siendo seriamente amenazada. Sus siete goles con el Madrid en todas las competiciones no le tranquilizan. Henry y Adriano aparte, la irrupción de Owen en su propio equipo y la combinación de Ronaldinho y Eto'o en el Barça le han puesto en alerta. Todos son menores que él: Owen es de la clase de 1979 (lleva seis goles en todos los torneos de la temporada); Ronaldinho, de la de 1980 (tres) y Eto'o, su mayor rival en España, de la de 1981 (11).

"Es prácticamente imposible que me den el Balón de Oro este año", se lamentó Ronaldo ayer, muy seguro de lo que decía. "Principalmente", agregó con una sonrisa, "porque sé cuál es el procedimiento y, a estas alturas, ya me tendrían que haber llamado desde París para hacerme una foto".

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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