El tripartito impide que la oposición tenga más tiempo para enmendar la ley de Suelo
El retraso en aprobar el texto complica su tramitación antes del final de la legislatura
La ley de Suelo, cuya presentación apuró el Gobierno hasta mediados de octubre, paga ahora en el trámite parlamentario los agobios de tiempo para lograr su aprobación en lo que queda de legislatura. Con los plazos al límite, los grupos del tripartito se negaron el martes, contra los usos habituales de la Cámara, a prorrogar el plazo de enmiendas, como pidió el PP y apoyaba el PSE-EE. Ambas formaciones alegan escasez de tiempo para estudiar el texto y trabajar en profundidad las enmiendas al que consideran "el proyecto de ley de más calado de toda la legislatura".
La necesidad de los grupos que apoyan al Gobierno de ajustar los plazos de debate de la ley de Suelo para garantizar su aprobación antes de que se disuelva la Cámara, llevaron el martes a los representantes del tripartito en la Mesa a negarse a conceder a la oposición una prórroga del plazo de presentación de enmiendas, en contra de lo que son los usos habituales de la Cámara a la hora de aplicar la posibilidad reglamentaria de alargar esos plazos.
El Reglamento de la Cámara establece un período de 15 días hábiles desde la publicación del proyecto de ley para la presentación de enmiendas. Los grupos pueden pedir prórrogas sobre las que la Mesa decide. Normalmente, las concede. La primera prolongación suele ser de otros quince días y la segunda, de siete. Ha habido ocasiones en que las prórrogas han sido más largas incluso. En esta misma legislatura existe un proyecto sin especial complicación, el de Ordenación de los Cuerpos y Escalas de la Administración general, que ha tenido tres prórrogas, dos de quince días y una de siete.
Dos prórrogas ha tenido también el proyecto de reforma de la Ley de Elecciones, que contiene un solo artículo. Entre los proyectos en trámite, han gozado de plazo añadido leyes de muchas menor complejidad, como la de la Comisión Jurídica Asesora o la de Suelos Contaminados. Igual trato recibieron antes la del Estatuto de los Consumidores o la de Voluntades Anticipadas.
En la memoria reciente de la Cámara sólo existe otro caso de denegación, también en este tramo final de legislatura. El tripartito ha rechazado dar un nuevo plazo para el proyecto de ley del Menor, obligando a los técnicos de los grupos parlamentarios a trabajar "a destajo", según han señalado. En idéntica situación se va a ver la oposición con el proyecto de ley del Suelo, cuyo plazo de enmiendas, incluida la primera prórroga de 15 días que sí fue concedida, se cumple el día 26. A diferencia del resto de leyes a las que se concedió la prórroga, la norma sobre suelo es de gran complejidad técnica: tiene 226 artículos y 11 páginas de disposiciones adicionales.
Fuentes del PP, que pidió la segunda prolongación para las enmiendas, expresaron su descontento por este comportamiento de los grupos del Gobierno, que consideran "abusivo" después de haber agotado ellos prácticamente la legislatura sin enviar la ley al Parlamento. Este grupo estudia pedir a los representantes del tripartito en la Mesa que reconsideren su negativa del martes, dada la relevancia del proyecto.
Fuentes socialistas, pese a una posición favorable a la ley, señalaron que el Gobierno "quiere hacer pagar ahora su propio retraso a la oposición, forzándola a trabajar contra reloj y sin tiempo suficiente de estudiar bien los temas en esta recta final de la legislatura". En ninguno de los dos grupos se considera aceptable esta posición.
Aprobación tardía
La tardanza del Gobierno en ponerse de acuerdo en el proyecto por las profundas diferencias que separaban fundamentalmente a IU y PNV, y al Departamento de Vivienda de la Asociación de Municipios Vascos (Eudel) y de los empresarios del sector de la promoción y la construcción, ha dejado el debate parlamentario con los plazos constreñidos. Incluso después de aprobar el proyecto en consejo, el Gobierno tardó un mes más en mandarlo a la Cámara por problemas, según aseguró, con la traducción al euskera.
Con estos antecedentes, el Ejecutivo trata ahora de recuperar tiempo en el debate parlamentario, ya que si también en él se dilatan los plazos, el proyecto podría no llegar a aprobarse y decaería con la disolución de la Cámara hacia el mes de abril. La oposición está convencida de que el visto bueno al proyecto estrella del consejero y líder de EB, Javier Madrazo, es el precio de su apoyo al plan Ibarretxe en diciembre y de que el propio lehendakari ha empeñado su palabra en ello y vencido la oposición al proyecto en el PNV.
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