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Auna crea en el 22@ su nuevo centro de innovación, con más de cien técnicos

Los compromisos adquiridos con la Generalitat y los nuevos vientos políticos que soplan en Cataluña y en España también han llegado a Auna, el segundo grupo de telecomunicaciones. El operador decidió hace cosa de medio año que su nuevo centro de desarrollo e innovación tendría como sede Barcelona, concretamente el enorme edificio con que la empresa cuenta en la calle de Àvila, en el distrito 22@, según confirmaron ayer fuentes próximas a la empresa.

El próximo lunes, en un acto al que están invitados el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, y el ministro de Industria, José Montilla, se celebrará la creación de este nuevo centro, que desarrollará la estrategia de convergencia entre la telefonía fija y móvil por la que ha apostado el vicepresidente y consejero delegado de Auna, Joan David Grimà. El centro produce soluciones globales para todos los clientes del grupo. Ya está operativo, con más de cien técnicos, y trabajará a pleno rendimiento en enero.

Hasta hace poco, la empresa contaba con un centro de innovación en Coslada (Madrid), aunque éste trabajaba únicamente en el desarrollo de nuevas aplicaciones de la telefonía móvil. Precisamente es el director de este centro de innovación de Amena, Carlos Celaya, quien ha sido importado por el grupo al nuevo centro de Barcelona, lo cual ha implicado el cierre de las instalaciones madrileñas.

El centenar largo de técnicos que trabajaban en Madrid han sido recolocados, insistieron ayer otras fuentes próximas al grupo, que acaba de realizar una oferta por el operador de cable ONO y que a su vez es objeto de una oferta por un grupo de inversores financieros.

La inversión de Auna prevista para su centro catalán supera los 15 millones de euros.

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Auna desliga oficial y tajantemente su apuesta por Barcelona del traslado a la capital catalana de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT). Pero fuentes socialistas y otras próximas a la empresa aseguraron que el centro del 22@ "no se quería contaminar" de las tensiones generadas por el nuevo clima político, tras la formación de un Gobierno tripartito en Cataluña y la victoria del PSOE en las últimas generales.

En realidad, el grupo de telecomunicaciones -que, al igual que Amena, tiene su sede social, que no operativa, en Barcelona- estaba obligado a reforzar su apuesta por la investigación, el desarrollo y la innovación (I+D+i), según las condiciones de la adjudicación del contrato del servicio de telefonía móvil de la Generalitat (2003) por 16 millones de euros.

Hasta entonces, y a pesar de ser el único gran grupo del sector con un pie en Cataluña (junto con Abertis, que se quedó con Retevisión Audiovisual), Auna había quedado fuera de todas las adjudicaciones de la Generalitat de CiU. En octubre de 2003, su filial de móviles Amena se hizo con el contrato, por 16 millones de euros, de los móviles de la Administración catalana.

Grimà dijo recientemente a varios directivos que el grupo quería potenciar su presencia en Cataluña. Esta comunidad pesa entre el 20% y el 25% en su cifra de negocio, que había alcanzado los 3.815 millones de euros al final del tercer trimestre del año. Cataluña se lleva 1.577 de los cerca de 4.000 millones de inversión total en banda ancha, que se suman a los 1.500 millones que corresponden a Amena.

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