Los veterinarios reclaman a Agricultura más medios para afrontar la vacunación contra el mal de la 'lengua azul'
El presidente del Consejo Andaluz de los Colegios de Veterinarios, Fidel Astudillo, hizo público ayer el malestar de los profesionales por la falta de medios, agravada este mes por la detección de la enfermedad de la lengua azul. Astudillo mantuvo que los veterinarios reclaman desde hace tiempo que la Consejería de Agricultura cubra, al menos, la relación de puestos de trabajo aprobada para cada comarca. "Pero ahora, la situación especial de la lengua azul hace que se intensifiquen los controles y haga falta realizar vacunaciones y precintos de los vehículos donde van las reses y de las explotaciones afectadas".
Las medidas aprobadas por la Consejería de Agricultura para evitar la propagación de la enfermedad entre los rumiantes incluye la vacunación de ovejas (la cabaña más sensible), para lo que han llegado a Andalucía 600.000 muestras, y la obligación de certificar el buen estado del ganado antes de autorizar que salgan de las explotaciones en las seis provincias en las que se decretó inmovilización.
"Esta situación hace que se agrave y multiplique el problema de falta de veterinarios y provoca que ralentizará los trabajos sobre la lengua azul, lo que también afecta al trabajo diario, de forma que otro tipo de trabajo como inspección rutinaria de otras cabañas, que también son necesarios, se van dejando y descuidando", aseveró el presidente del Consejo Andaluz de los Colegios de Veterinarios. Astudillo agregó que "existen algunas comarcas que están realmente colapsadas y no dan abasto para hacer todos los trabajos, por lo que la falta de personal está teniendo una seria repercusión en la actividad normal". Los veterinarios quieren que, mientras dure las medidas extraordinarias por el mal de la lengua azul, se haga contratos temporales a personal de apoyo "con vistas a tener a todas las oficinas comarcales dotadas al menos para esta situación coyuntural".
Ganado muerto
La enfermedad de la lengua azul centró ayer la comisión de Agricultura del Parlamento andaluz. El consejero de Agricultura, Isaías Pérez Saldaña, defendió la gestión de su departamento y achacó las muertes de ovejas producidas en una finca de Almonte (Huelva) al mal estado de la explotación ganadera. ""El brote de Huelva sólo ha afectado a una explotación, la que estaba en peores condiciones", dijo el consejero quien relacionó la muerte de 120 reses a "mala alimentación y un mal saneamiento" del ganado en dicha explotación. "El foco de Huelva es de tan pequeña magnitud que sólo ha afectado a una explotación, por las 78 afectadas por el brote de Cádiz", insistió Pérez Saldaña. Aún así, el consejero indicó que es necesario llevar a cabo un programa de cooperación con Marruecos desde la Unión Europea para "controlar la enfermedad y el mosquito que la provoca que proviene de este país, sino tendremos problemas con la enfermedad en el sur de Europa".
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