La asesina
Aunque parezca mentira, hay documentales que no ha hecho Michael Moore. Sin ir más lejos, ayer la cadena HBO estrenó una de esas historias que provocan escalofríos, la vida de Aileen Wuornos, asesina en serie que fue condenada a la inyección letal en 2002. La vida de Aileen no es desconocida, sabíamos de ella por la película Monster, que le valió a Charlize Theron un Oscar por la interpretación que hizo de la asesina, pero como bien decía el crítico del documental: aunque hay que celebrar la recreación naturalista que la actriz hizo de la asesina, ni el mejor actor puede imitar las huellas reales de la desgracia. La infancia de Aileen es casi tan monstruosa como lo fueron luego sus crímenes: abandonada por su madre nada más nacer, violada de niña por su abuelo y por un hermano que la entregaba a los demás chavales para sacarse un dinero, embarazada en la primera adolescencia por un pederasta del pueblo, y expulsada de la casa familiar después de tener al bebé entregado en adopción. Aileen vivió durante dos años desamparada en un bosque, refugiándose de la nieve en coches abandonados y malviviendo gracias a la prostitución. No hay nada tierno en la vida de Aileen, nada que pudiera facilitarle una redención. A pesar de que uno quiere creer que la crueldad nunca está justificada, todo en la vida de esta mujer explica su falta de piedad hacia los hombres. El primer hombre al que mató fue un cliente que la violó brutalmente, pero las muertes de los otros seis no podían considerarse en defensa propia, como ella alegó una y otra vez. Pero, qué es la defensa propia: ¿la respuesta inmediata a una agresión o puede ser, y aún con más motivo, la consecuencia de la pesadilla a la que somete la vida a una criatura desde el momento mismo de su nacimiento? Charlize Theron pudo emocionarnos, pero el rostro real de Aileen Wuornos, sus ojos trastornados, nos dejan literalmente insomnes, nos dan miedo, porque presentimos una América que está ahí mismo, la América de la que Dios no se acuerda, que crecerá sin duda en los próximos años. Aileen fue incinerada, según su deseo, con la Biblia. Su ejecución tuvo lugar días antes de las elecciones a gobernador en Florida. Eso se tradujo en votos a favor de Jeb Bush, hermano del presidente, que fue reelegido.
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