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El Consell sale en tromba contra De la Vega y Sevilla por defender la unidad de la lengua

La presidenta de la AVL entra en la polémica política para criticar al ministro

La polémica de la lengua se recrudeció ayer después de que la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, dijera que catalán y valenciano "son muy parecidos". El Consell entendió que el Ejecutivo central cedía así al "chantaje" del dirigente de ERC Josep Lluís Carod Rovira, quien condicionó su apoyo a los Presupuestos generales del Estado a una declaración explícita sobre la unidad de la lengua. Por la tarde, después de que el ministro Sevilla recordara que la definición del valenciano que hace la AVL reconoce la unidad de la lengua, el PP salió en tromba. Le llamaron "felón" y "lacayo" de ERC. Incluso la presidenta de la AVL, Ascensión Figueres, entró al trapo.

La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, valenciana de nacimiento y que ha vivido en Barcelona, habló en TVE-1 de la polémica lingüística. Al preguntarle si habla la misma lengua en los dos sitios, respondió: "Sí, bueno, la verdad es que he oído hablar en valenciano y catalán a mi familia durante mucho tiempo y no digo que sean exactamente iguales, pero son muy parecidos". La vicepresidenta no se refirió a la declaración expresa a favor de la unidad de la lengua que Carod-Rovira ha pedido al Gobierno para apoyar los Presupuestos y se limitó a señalar: "Aquí lo importante es que este Gobierno es el primero que ha dado pasos muy importantes, que hasta ahora no se habían producido, en orden a defender la cooficialidad de las lenguas cooficiales y su uso en la UE".

Por su parte, el ministro para las Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, preguntado a mediodía sobre la exigencia de Carod Rovira, recordó que la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) considera que el valenciano "forma parte de la misma unidad lingüística que la lengua que reconocen los Estatutos de Cataluña y Baleares", en alusión al catalán. Sevilla dijo que el Estatut valenciano reconoce que el idioma oficial de esta comunidad "se llama valenciano" y restó importancia a la polémica.

Si la afirmación de la vicepresidenta ya había provocado por la mañana una airada reacción del Consell, por la tarde la afirmación del ministro hizo que saliera en tromba. El consejero de Cultura, Alejandro Font de Mora dijo que las declaraciones de Sevilla "son una absoluta falsedad y demuestran una vez más el estilo rastrero de un Gobierno dispuesto a insultar al pueblo valenciano hasta sus últimas consecuencias". Y le calificó de "ministro felón que actúa de lacayo de Carod Rovira". El portavoz del Consell, Esteban González Pons, consideró "vergonzoso que Sevilla insista en que el valenciano no existe".

Incluso Ascensión Figueres, presidenta de la AVL, entidad que hasta ahora se había mantenido prudentemente al margen de la absurda polémica, salió para afirmar que desconocía "de dónde ha podidido deducir" el ministro Sevilla que el organismo normativo "reconoce la unidad lingüística". La propia Figueres dio la respuesta al recordar que el preámbulo de la ley de creación de la AVL dice que el valenciano "forma parte del sistema lingüístico que los correspondientes Estatutos de Autonomía de los territorios hispánicos de la antigua Corona de Aragón reconocen como lengua propia".Esto es, el catalán.

A media mañana, en las Cortes, el portavoz del Consell había calificado de "chantaje" la exigencia del líder de ERC al Gobierno para que reconociera "la inexistencia del valenciano" a cambio de apoyar los Presupuestos. Censuró que el Gobierno se rinda "al chantaje de quien cambia votos por la dignidad de nuestro pueblo" y pidió a los ministros valencianos que "aguanten". En Vitoria, el presidente del PP, Mariano Rajoy, dijo no saber "qué tiene que ver la aprobación de los Presupuestos con el problema del valenciano y el catalán, cuando es un tema que desde el punto de vista jurídico está zanjado hace muchos años". El PP de las Cortes presentó una proposición en la que pide que la Cámara inste al Gobierno a no ceder "al chantaje del tripartito catalán".

Por su parte, el portavoz adjunto del PSPV, Antoni Such, criticó al PP por "abrir de forma irresponsable" la guerra de la lengua para "tapar" la batalla de su división interna. Según Such, los populares son "los únicos sometidos al chantaje que aceptaron" cuando Eduardo Zaplana pactó con Jordi Pujol para que CiU apoyara los Presupuestos del Estado. El portavoz de EU-L'Entesa, Joan Ribó, afirmó que el problema deben resolverlo los valencianos y consideró necesario recordárselo a quienes "están por la unidad lingüística pero a veces, con declaraciones, en vez de ayudar, puedan perjudicar", en alusión a Carod. Ribó exigió que "la definición del valenciano, de lo que significa", se incluya en el Estatut, para "no perder una oportunidad de oro" de "resolver el problema".

Pero fue el historiador Pere Maria Orts, miembro de la AVL y Premi de les Lletres Valencianes, quien aportó más cordura al asunto. En el programa Bon dia Comunitat Valenciana de Canal 9 defendió el uso del valenciano y advirtió de que el "verdadero peligro" es el castellano. "Quien quiera defender el valenciano, que hable, escriba, piense y lea en valenciano", dijo Orts, "lo que no entiendo es que se discuta sobre el valenciano en castellano". Sobre la denominación, dijo que "el nombre es importante, pero no es la esencia de la lengua". Orts se refirió al trabajo "sin extremismos ni sectarismos" de los académicos de la AVL, que, dijo, son "ajenos a las presiones; hay tantas, que se neutralizan entre ellas". Pero por la tarde se demostró que no todos son ajenos a las presiones.

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