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Entrevista:SAMUEL ETO'O | Delantero del Barcelona | FÚTBOL | Barça-Madrid, la semana del gran clásico

"No me mueve el afán de venganza"

Samuel Eto'o hace sólo unos meses se peleaba contra su destino, escrito en un contrato. Harto de hacer historia en el Mallorca, cuando el Barcelona llamó a su puerta lo tuvo muy claro: había llegado su hora. Tan convencido de triunfar como el día que salió de Nkon, el pueblo camerunés donde nació el 5 de febrero de 1981, el mejor jugador de África en 2003 fichó por el Barça, no sin antes descubrir lo poderosos y alargados que son los tentáculos de Florentino Pérez. Liberado al fin por el Real Madrid, copropietario de sus derechos junto al Mallorca, Eto'o, nunca ha sido el típico goleador de área aunque tampoco ha dejado nunca de marcar. Sin embargo, este año las está enchufando todas. Pichichi de la Liga española, mañana juega en Leipzig contra Alemania, liderando a Camerún, el país de donde le sacó el Real Madrid cuando tenía 16 años.

"Sé que no es un partido más. Para mí es un reto especial. No puedo fallarle a la gente que ha confiado en mí y que me permite estar en este equipo"
"En el campo pienso mucho. Pongo mi alma en el esfuerzo, pero pienso mucho más de lo que parece. Juego con la cabeza casi más que con los pies"
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Pregunta. ¿El clásico es un partido especial para usted?

Respuesta. Por supuesto, por la trascendencia y por lo que significa para las aficiones, un Barça-Madrid es un partido especial.

R. ¿Sólo por eso? ¿No hay ánimo de revancha?

P. Es absurdo pensar que tengo ganas de revancha. ¿Revancha de qué? Yo estoy agradecido al Madrid, tal vez de no ser por Pirri o Del Bosque no estaría ahora donde estoy. ¿Qué les quiero marcar goles el sábado? Claro. Juego para el Barça, quiero ganar el partido y ese es mi trabajo. Pero no me mueve el afán de revancha. Lo repito a menudo: no juego contra nadie, juego para que ganen los míos.

R. No lo hicieron en Sevilla por vez primera este año, justo el día que el Madrid metió seis.

R. Algún dia teníamos que perder, ¿no? Fallamos y pagamos por ello, es el fútbol. Pero no jugamos mal, por eso estoy tranquilo. El sábado ya veremos qué pasa. Perdimos contra el Betis y ya dicen que perderemos el sábado. Que vendan lo que quieran, estoy tranquilo.

P. ¿Le sorprende la cantidad de goles que lleva marcados esta temporada?

R. No, porque juego rodeado de grandes jugadores. Mi éxito es fruto del trabajo de los compañeros, son ellos los que me hacen grande y gracias a ellos puedo marcar goles. Cuando desaprovecho una ocasión sufro porque les traiciono. Un día me dijo un veterano que la familia de un futbolista la forman los padres, la esposa, los hijos, los hermanos y los que se cambian cada día a tu lado en el vestuario. Y a la familia no se la traiciona nunca. Yo tengo que hacer un trabajo y si fallo les fallo a ellos. Si después de que mis compañeros luchen por crear una ocasión de gol, voy y la fallo, me siento mal por ellos. Por eso mi hermano Luc Ekounda me graba todos los partidos. Los veo y aprendo de los errores que he cometido. Un delantero tiene que tomar decisiones muy rápido y no siempre se acierta. Quiero ser mejor cada día y no basta con jugar, hay que trabajar durante la semana.

P. ¿Quiere decir que juega los partidos antes de que empiecen?

R. No. Llegaría agotado al sábado. Eso no. Antes de los partidos trato de relajarme, hermano. Música, hablar con la familia y los amigos...

P. Un clásico como el del sábado, ¿es especial en ese sentido?

R. No creo, pero aún queda mucho para saberlo. Sé que no es un partido más y para mí es un reto especial, porque no puedo fallarle a la gente que ha confiado en mí y que me permite estar en este equipo. Para mí es un orgullo y sé que los que se la han jugado por mí esperan algo de mí. Me gustaría complacerles en un partido tan especial pero no voy a prometer goles. Sólo digo que sé lo que significa jugar en el Barça y voy a dejarlo todo por la victoria. Eso está en mi mano. Marcar... depende de muchas circunstancias y no puedo prometerlo nunca.

P. Alterna el eje y la banda. ¿Qué prefiere?

R. Son funciones distintas. En la banda voy de cara y juego más directo. Es más simple, una función más concreta. En el centro trabajo mucho y tomo muchas decisiones. Soy el único del equipo que juega de espaldas a la portería rival y una referencia, como Márquez, pero en ataque. Y cuando me llega la pelota debo elegir, o la conservo tocando, o me giro y nos vamos al área. En el campo pienso mucho. Pongo mi alma en el esfuerzo, todo mi corazón sobre el campo, pero además pienso mucho más de lo que parece, juego con la cabeza casi más que con los pies.

P. ¿Es algo que ha aprendido este año?

R. No, lo que más he aprendido es a jugar sin balón. En ese aspecto, tengo un maestro inmejorable: Larsson. Aprendo mucho de él, sobre todo en los movimientos. Es vital para el juego del equipo que la referencia en el centro del ataque busque desmarques en diagonal aprovechando espacios, que arrastre a los defensas y genere caminos al área a la segunda línea. No es tan fácil como parece. Se habla mucho del talento de este equipo y evidentemente lo tiene, pero hay casi más trabajo que talento en nuestro juego.

P. ¿Su conexión con Xavi, Deco y Ronaldinho ha sido más fácil de lo que pensaba?

R. Son buenísimos y he procurado entender su juego. Intento pensar como ellos, anticiparme a la decisión que van a tomar y saber dónde han escogido dármela para ayudarles y, al tiempo, llegar antes que los defensas. Son muy valientes en su juego y trato de estar a su altura en ese sentido.

P. ¿No es más valiente usted que se pega con los centrales cada partido?

R. Valiente en el sentido de no tener miedo al fallo. Ellos no tienen miedo, son ganadores y arriesgan. En su fútbol no basta con la inteligencia, deben ser valientes. Y Deco, como Xavi o Ronaldinho, no tienen miedo al fallo, por eso arriesgan. El fútbol es un juego de fallos y ellos juegan como nadie porque siempre vuelven a intentarlo. Por eso son grandes.

P. O sea, la definición de Figo y Raúl.

R. Exacto, ellos también son así: fallan una, dos, tres, cuatro, pero la vuelven a pedir, vuelven a intentarlo. Por eso son tan buenos.

P. Y al rematar hay que ser valiente. Rijkaard les está insistiendo mucho en tirar de primera.

R. Y tiene razón. No das tiempo al portero a buscar el sitio y tapar espacios. No le dejas reaccionar y el medio segundo que le ganas suele ser definitivo. En el remate no da tiempo casi a pensar. Eliges cómo y ahí va. No da tiempo a pensarlo, a tener miedo.

P. ¿Algún truco que no falle para superar a los defensas?

R. Para superar un marcaje lo mejor es que se crea que te ha cogido la medida, que no es tu día y que lo está haciendo de fábula porque te la ha quitado dos veces. A la tercera se relaja y lo matas. Por eso Ayala y Pablo Alfaro son tan difíciles de superar. Para mí, los mejores. Nunca se distraen.

Eto'o, durante una entrevista.
Eto'o, durante una entrevista.SUSANNA SÁEZ

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