Una apuesta por el ciclismo sano

En tiempos agitados por el escándalo del dopaje y su persecución inquisitorial, el ciclismo necesitaba de una reinvención, un mirar atrás y volver a fijarse las metas, dudas y esfuerzos que han hecho grande a este deporte. Todo un reto para el que ha sido necesaria la aportación de unos cuantos hombres de ciclismo y una empresa con ganas de apoyar a un deporte en el centro de todas las polémicas. El equipo ciclista Kaiku ha nacido en ese terreno incierto que queda entre la vorágine caníbal de los conjuntos profesionales y las estrecheces del amateurismo. Gracias a la compañía láctea, único patrocinador del equipo, se ha podido llevar a cabo este proyecto que busca afianzar a jóvenes valores en la elite del ciclismo. "Buscamos que el equipo sirva como lanzadera para los corredores se asiente en el profesionalismo", asegura Eneko Gárate, director gerente del conjunto. "Más que en victorias, nuestro objetivo se centra en que los corredores den el salto a otros equipos", añadió. Para ello, y aunque todavía faltan retoques para conformar la plantilla, que contará con 15 o 16 corredores, los mandatarios del Kaiku han tirado de la cantera vasca. Como jefe de filas aparece Dioni Galparsolo, de 26 años y antiguo corredor del Euskaltel-Euskadi, secundado por otros profesionales como el navarro Jon Bru (LA-Pecol) o Ricardo Serrano (Cafés Baqué). Para completar el plantel, la dirección del Kaiku ha decidido confiar en los neoprofesionales y dar salida a cinco o seis nuevos corredores cada año. "Se necesitan nuevos equipos y que estos confíen en los corredores jóvenes", sentenció Miguel Induráin, padrino del equipo, durante la presentación del equipo, esta semana en Pamplona.

En vez de contratos profesionales al uso, Kaiku promoverá becas de formación

Con un millón de euros anuales y un plazo inamovible de dos años, la firma Kaiku retoma su pasión por el ciclismo después de cinco años de ausencia, cuando patrocinaba a un equipo amateur. Ahora será una plantilla profesional, dentro de lo la Unión Ciclista Internacional (UCI) ha venido a denominar Categoría Profesional Continental, la que lleve el nombre de la cooperativa. "Vamos a centrarnos en todo el calendario nacional, pero no olvidaremos el internacional", apunta Gárate. Entre los objetivos se encuentran participar en competiciones en Portugal o Chile y recibir una invitación a las vueltas a España, País Vasco, Catalunya y Clásica de San Sebastián, ya que estas cuatro pruebas son organizadas por la UCI y necesitan de una invitación especial por parte del UCI Pro Tour. Kaiku ya ha anunciado que al cabo de los dos años comprometidos se retirará del proyecto y que dejará el testigo a otras empresas, puesto que su objetivo sl patrocinio en distintas modalidades deportivas. "Confiamos en que en el plazo de dos años se pueda ver que el ciclismo es un deporte rentable y que alguien se anime a invertir", prosigue Gárate.

De esta forma, se crea en Navarra una estructura completa en el ciclismo que comienza con los clubes de las categorías cadete y juvenil, sigue con un equipo amateur, el Caja Rural, y llega al profesionalismo con el Kaiku. Entre ambas escuadras, además, se ha producido una especie de simbiosis, ya que del Caja Rural han salido Óscar Guerrero y Floren Eskisabel, antiguos director deportivo y coordinador de este conjunto, y que ahora toman las mismas responsabilidades en el nuevo equipo. "Después de esperar tanto a que se concretase el proyecto, por fin hemos podido empezar a andar. Ahora sólo hace falta tener los pies en el suelo y saber que estamos en una categoría muy dura", sentencia Óscar Guerrero, quien dirigirá a la formación a pie de carretera. Los dirigentes del equipo se han comprometido con Kaiku en que la plantilla sea un reflejo de hábitos saludables, sacrificio y afán de superación que puedan servir como espejo a los jóvenes. Éste ha sido uno de los factores determinantes para que el Instituto Kaiku para la Salud apueste por el proyecto. "Vamos a ser un equipo con innovación, frescura y juventud", señala Xabier Aristi, director general de Kaiku. Tanto los responsables de la marca como los del equipo coinciden en que no sólo la filosofía, sino también el tipo de contratos, son "algo novedoso". En vez de firmar un contrato profesional al uso, Kaiku promoverá becas de formación para que los ciclistas disfruten de la experiencia de correr en la categoría profesional antes de encontrar otro equipo.

En una semana, el conjunto será presentado e inscrito en la UCI y, a partir de ahí, miles de kilómetros por las carreteras para certificar que el romanticismo y las apuestas de futuro en el deporte son todavía viables y sostenibles y que los éxitos hay que trabajárselos desde la cantera.