La caída de un clásico

El cine Astoria abrió sus puertas en San Sebastián en 1961 con estreno de Ben-Hur, de William Wyler, y esta noche, 43 años después, baja definitivamente sus persianas de forma silenciosa, sin fiestas ni alharacas. Su última sesión no será de una sóla pelícual, sino de siete -Crimen ferpecto, Visitantes, Conociendo a Julia, Una mujer difícil, La feria de las vanidades, Roma y Collateral-, porque esta sala, en su día la más grande la ciudad, fue también la primera en reconvertirse en multicine (siete salas con una capacidad total de 2.000 espectadores).

Pero su adaptación a los tiempos no ha sido suficiente. El Astoria cae, como antes otros cines donostiarras, víctima de una oferta excesiva; en parte, por la competencia de los complejos comerciales. Hasta ayer había 38 salas en la capital, además de las ocho del centro comercial Urbil (Usurbil) y las 11 del Txingudi (Irún).

"San Sebastián es una ciudad con una oferta sobredimensionada y han pagado los que peor situados estaban", explica Leopoldo Arsuaga, director gerente de la SADE, empresa explotadora hasta ahora del Astoria, además de las salas Príncipe y del Trueba. "El Astoria se ha quedado a medio camino entre la Warner [centro de ocio Illumbe] y el bloque Brecha-Príncipe [Parte Vieja]. Es un cine urbano con grandes dificultades de aparcamiento y está en Amara, un barrio que ha envejecido". Hubiese cerrado el ejercicio 2004 con unos 210.000 espectadores, una cifra que "no justifica su existencia en un edificio tan grande", afirma el director gerente de la empresa propietaria.

La misma suerte que el Astoria correrán en un futuro no muy lejano otros cines de San Sebastián y del resto de ciudades españolas, a juicio de Arsuaga, que cerró a principios de año sus salas del cnetro comercial Garbera. No sólo por el daño que hace la oferta de los complejos comerciales, también porque el "cine va a ocupar un espacio cada vez más pequeño". "La gente lo va a ir sustituyendo por los DVD caseros", apunta.

¿Por qué se ha decidido entonces la SADE a comprar suelo para abrir otros cines en el barrio del Antiguo? "Porque es una zona completamente virgen, con mucho público potencial", responde. Estas ocho salas, con un aforo de 700 butacas, se inaugurarán a mediados de enero de 2005 junto al campus de la Universidad del País Vasco y en un barrio que representa el 26% del público de cine de la ciudad. Absorberán a parte de los trabajadores del Astoria, utilizarán algunos de sus equipos técnicos y se quedarán probablemente con la oferta de películas en versión original. "Mi idea es que pase allí y que el Trueba sea una prolongación de los Príncipe, que se libran de la programación más comercial".

El edificio del cine Astoria comenzará a derribarse a finales de este mes. En el solar que ocupa en el barrio de Amara se levantará un hotel con 113 habitaciones y 63 viviendas.