Una embajada financiera en Lisboa

Caja Badajoz acaba de dar un salto cualitativo importante en el proceso de expansión que sigue en los últimos años. La caja de ahorros extremeña, con sede en la capital pacense, ha inaugurado esta semana su primera oficina en Portugal. La entidad adquirió hace algo más de un año un palacete de tres plantas en pleno centro financiero de la capital lisboeta, junto a la avenida del Marqués de Pombal, que quiere convertir no sólo en una sucursal plenamente operativa sino en una "embajada de los negocios". La delegación pretende aprovechar el gran conocimiento que existe de la marca Caja Badajoz en Portugal y el intenso flujo comercial entre los dos países.

"No es una oficina cualquiera", explica el presidente de la entidad, José Manuel Sánchez Rojas, para poner de relieve la importancia estratégica que para Caja Badajoz tiene abrir en Lisboa. Además, los planes de expansión en el país vecino van más allá, pues la caja pretende posicionarse "sin prisas en Oporto y en el corredor Lisboa-Badajoz". "Abordamos con optimismo y esperanza nuestra entrada en Portugal, pero sabemos que es difícil". A pesar de que se trata de la primera oficina operativa de la entidad en Lisboa, ya tenía desde el año 1991 una delegación, que servía de apoyo puntual para empresarios en materia de comercio exterior, pero que no permitía la realización de operaciones financieras.

Caja Badajoz contaba en el ejercicio 2003 con una cartera crediticia de 1.564 millones de euros y manejaba unos depósitos de 2.084 millones

La relación de Caja Badajoz con Portugal no viene de ahora. La entidad tiene desde hace años suscrita una alianza con El Monte para la participación conjunta en sociedades portuguesas. Durante años, ambas cajas han sido accionistas del Banco Nacional de Crédito Inmobiliario de Portugal, con un 10% en cada caso.

"Entrada exitosa"

La entrada del Banco Popular en el accionariado del BNCI se produjo tras la salida de las cajas españolas, que no parece que hicieran mal negocio con la operación. "Fue una entrada exitosa y una salida también exitosa, desde el punto de vista económico", ha expresado Sánchez Rojas para mostrar así el conocimiento del mercado bancario portugués que tiene Caja Badajoz. La entidad presume de ser la primera en coeficiente de solvencia del conjunto de cajas de ahorro españolas, con más de un 17,54%, cuando el mínimo que exige el Banco de España se sitúa en el 8%. Además, está entre las que más porcentaje de beneficios destinan a obra social, con el 45%.

Con la nueva oficina de Lisboa, Caja Badajoz conforma ya una red de casi 200 sucursales, de las que el 25% están fuera de Extremadura, la comunidad de origen. La entidad inició a finales de los años noventa un fuerte plan de expansión fuera del territorio extremeño, que le ha llevado a posicionarse en todas las comunidades españolas, a excepción de País Vasco, Navarra y las islas. Tiene una implantación más importante en Cataluña, Castilla y León, Madrid y Andalucía, comunidades donde encuentra su principal nicho de mercado entre los emigrantes extremeños.

Caja Badajoz contaba en 2003 con una cartera crediticia de 1.564 millones de euros, mientras que manejaba unos depósitos de 2.084 millones de euros. El tirón inmobiliario ha hecho que el volumen de préstamos aumente más de un 61% en los últimos cuatro años. Los beneficios en el último ejercicio fueron de 26,5 millones de euros, frente a los 21,5 de 2002. La inauguración de la oficina se celebró el pasado miércoles, y al acto, presidido por el presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, acudieron unas 400 personas. Entre ellas estaba el embajador de España en Portugal. Ibarra se congratuló de que, tras años exportando "capital humano", Extremadura comience a exportar también "capital financiero".