Marín denuncia que el Congreso está petrificado y apremia a los partidos a reformar el Reglamento

El presidente del Congreso, Manuel Marín, está "preocupado". Piensa que la institución que encarna la soberanía popular está "petrificada" y ayer, rompiendo usos y costumbres, convocó una rueda de prensa en la que lanzó un órdago sobre el tapete de los grupos parlamentarios. Según repitió de diversos modos, "se ha banalizado tanto el fracaso" del Parlamento "que hemos perdido la autoestima". Para recuperar imagen y estima Marín juzga imprescindible reformar de inmediato el Reglamento, una tarea pendiente desde hace más de 15 años.

El presidente del Congreso teme que "una vez mas" los grupos parlamentarios se refugien en los avatares políticos que se suceden para aplazar una tarea que él juzga imprescindible si se quiere revitalizar la institución. Marín ha detectado "los primeros síntomas" de que, una vez más, los partidos vuelven a manejar las excusas que han impedido, una y otra vez, la reforma del Reglamento, y afirmó, hablando en tercera persona, que el presidente quiere "decir a todo el que quiera escucharle que está preocupado".

Y está preocupado porque, una vez más, y así desde hace 15 años, el enfrentamiento entre los partidos, singularmente entre el PP y el PSOE, ha llevado a que la reforma del Reglamento pagara los platos rotos. Si no hay decisión política de llevar adelante los cambios, pronto habrá motivos de controversia muy fuerte. En la próxima primavera se celebrarán elecciones en el País Vasco y, en el otoño, vendrán las elecciones gallegas. A decir del presidente del Congreso, "nunca viene bien, nunca es el momento". Después, hay otra consideración de carácter "genético": cuando se está en la oposición "se ama al Parlamento", y cuando se está en el Gobierno "se ama menos al Parlamento".

En tono moderado, el presidente de la Cámara baja dejó claro que ahora el Grupo Parlamentario Socialista podría tener mucho menos interés que hace seis meses en la reforma del Congreso, que, entre otras cosas, supondría que el Gobierno fuera sometido a un control más férreo.

De otro lado, el PP, que durante sus años de Gobierno no quiso oír nada de cambios, ahora los quiere para favorecer a la oposición y cercar al Ejecutivo. Pero Marín aseguró que en absoluto se dirige al Gobierno, sino "al Parlamento". Por otro lado, aseguró que el Ejecutivo está haciendo provisiones económicas muy importantes para dotar al Congreso de manera notable de recursos materiales.

¿Si los grupos parlamentarios insisten en posponer la reforma acudiría el presidente del Congreso al presidente del Gobierno y al líder del PP? "No querría meter la política en esto; es un asunto del Parlamento", insistió.

Grupo de trabajo

El próximo lunes, día 15, convocará a los miembros de la Comisión de Reglamento y les hará entrega de un texto articulado que han elaborado los servicios jurídicos de la Cámara a partir de los debates que ha mantenido un grupo de trabajo informal, y en el que se han tenido en cuenta todos los antecedentes de los intentos de reforma que concluyeron en fracaso.

Marín insistió mucho en que no pretende que los grupos den su asentimiento al proyecto que les presente, sino, al contrario,que lo debatan y lo modifiquen si se estima oportuno porque, dijo, "es un puro texto de trabajo, abierto, en el que nada está cerrado", pero es necesario, en su opinión, tomar la decisión política de que "ha llegado el momento" de renovar el Reglamento y no refugiarse, como hasta ahora, en que "no es el momento oportuno".

Marín explicó que ha leído "con paciencia franciscana" todos los antecedentes para la reforma del Reglamento y, excepto el tema del uso de las distintas leguas cooficiales en varias autonomías -asunto que calificó repetidamente de "serio y dificil"-, no hay ninguna cuestión que represente novedad: "La única novedad sería que se aprobase la reforma del Reglamento".

Al presidente del Congreso le resulta "difícil" entender que se necesite más tiempo para resolver estas cuestiones y se mostró rotundo al concluir que la reforma reglamentaria "no puede esperar más".