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El director Joachim Lafosse hace una revisión libre del mito de Medea en 'Folie privée'

El joven realizador apuesta por el cine sin estrellas y con bajos presupuestos

El cine belga participa en la Sección Oficial de Sevilla Festival de Cine con una cinta de bajo presupuesto que narra en 67 condensados y duros minutos la ruptura de una pareja y los conflictos que esto crea en su pequeño hijo. El joven director de cine y dramaturgo belga Joachim Lafosse (Uccle, 1975) presentó ayer en Sevilla su ópera prima, Folie privée, una versión muy libre de la tragedia clásica Medea de Eurípides que cuenta la separación de una pareja y el "conflicto de lealtad", explica Lafosse, "que esto crea en su pequeño hijo".

Joachim Lafosse definió ayer su primer largometraje como "una historia de tres personajes en crisis" y explicó que tomó como referencia la Medea de Eurípides porque para él la tragedia clásica "expresa muy bien el alma humana y lo hace con una puesta en escena muy eficaz, aunque hoy en día tal vez sería difícil encontrar financiación para llevar al cine una obra como Medea".

"Los festivales son muy importantes para los jóvenes realizadores" comentó también Joachim Lafosse, "ya que en ellos arranca la distribución de las películas, son como una tabla de salvación, como una guardería para los directores noveles".

Muchos críticos han comparado Folie privée, por la dureza y la desolación de su argumento, con el cine de los hermanos Jean-Pierre y Luc Dardenne, los cineastas belgas más conocidos internacionalmente en la actualidad. Lafosse reconoce a los Dardenne como "una referencia, porque me transmiten mucho y porque ellos, que podrían permitirse trabajar con presupuestos altos, rehuyen rodar con grandes estrellas y hacen películas baratas, algo con lo que me siento muy identificado".

Tras esta cinta, que está protagonizada por Kris Cuppens, Catherine Salee, Vincent Cahayn y Mathias Wert, el joven director belga está trabajando en otro largometraje en el que firma el guión con François Pirot y que se titulará Nue propriété. La vertiginosa carrera de Joachim Lafosse comenzó sólo hace cuatro años con el corto Egoïste nature, una trabajo que rodó mientras que estudiaba en el Institut des Arts de Diffusion. El corto se mostró en una veintena de festivales internacionales, entre ellos los de Bruselas, Vendôme, Locarno y Namur.

'Honey baby' y sus 18 naciones

"Europa está buscando su identidad y el cine puede ayudar en esa búsqueda", dijo ayer en Sevilla el director finlandés Mika Kaurismaki (Orimanttila, 1955) en la presentación de su película Honey baby, en la que estuvo acompañado por el actor estadounidense Henry Thomas, protagonista del filme junto a los actores Irina Björklund, Helmut Berger y Yelena Gorbunova, entre otros.

Honey baby se presenta a la sección Eurimages del Festival de Cine de Sevilla, en la que se ofrece una selección de las películas producidas con fondos del Consejo de Europa para optar al premio del Público.

Thomas, muy conocido en todo el mundo por su papel infantil en el filme de Spielberg E.T., el extraterrestre, explicó que en Estados Unidos le suelen ofrecer "papeles muy limitados y limitadores como artista", por lo que estaba muy contento de trabajar en Europa, "porque además en esta película la música tiene un papel muy importante y Kaurismaki me pidió que compusiese yo mismo alguno de los temas".

El actor interpreta a un músico que está de gira por Europa del norte y que vive una historia de amor con una muchacha rusa. La película es una coproducción entre Finlandia, Alemania, Rusia y Letonia, está rodada en cinco países y en el equipo han participado actores y técnicos de 18 nacionalidades, por lo que resulta muy representativa de la pluralidad cultural europea.

"Más que un cineasta, me siento un antropólogo que viaja con una cámara", señaló por su parte Kaurismaki, que citó entre sus influencias cinematográficas más directas "el cine japonés, las películas estadounidenses de serie B y sobre todo el neorrealismo italiano". Kaurismaki ha dirigido, entre 1981 y 2002, 11 películas entre las que destaca el documental sobre música brasileña Moro no Brasil (2002).

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