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Crítica:JAZZ
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

¿Qué vanguardia?

Se le tiene a Arto Lindsay -productor, instrumentista y compositor- por un referente de la modernidad, es por eso que, en su anterior visita, tocó en la Casa Encendida, templo actual de las vanguardias en la villa y corte. El lunes lo hizo en el remodelado San Juan Evangelista, el equivalente a lo anterior, en histórico. Ahora queda por dilucidar si Lindsay es, realmente, un músico de vanguardia o no lo es. Uno, visto lo escuchado en el Johnny, tiene sus dudas, o quizá es que uno duda de la existencia de ninguna vanguardia en tiempos como los actuales. Arto Lindsay sería vanguardia siempre y cuando uno considere como tal a Alaska y los Pegamoides, dicho sea con todo el respeto para la intérprete de Terror en el supermercado. Vanguardia, en términos de posmodernidad, consiste en llevar la mitad de la música programada y permanecer, los pocos músicos, con los brazos cruzados mientras la máquina hace el trabajo. Esto, a los posmodernos, es que les priva, uno nunca ha entendido por qué motivo. Nada más posmoderno ni más cool que un cantante sin voz entonando unas coplillas inocuas con aires de trascendencia. Y si, además, se le da al asunto un "toque étnico" en lo rítmico, dígase brasileño, entonces ya es miel sobre hojuelas. Quien se llegó al recinto colegial en noche como la del lunes buscando algo con que alimentar su sed de novedad hubo de contentarse con las intervenciones del propio Lindsay a la guitarra, tan fuera de contexto como alentadoras en su cercanía estética a las propuestas rompedoras del nuevo jazz (John Zorn o Sony Sharrock). Apenas fueron un espejismo por cuanto no tardaba el intérprete en reprimir el gesto y regresarse a los límites de lo digerible y estéticamente correcto: la creación supeditada a la mecánica, la improvisación constreñida al marco estricto de la canción. Tiempos de posmodernidad inocente y cobarde: el San Juan no se merecía esto.

Arto Lindsay

Arto Lindsay, guitarra, voz; Micah Gaugh, teclados, voz, saxo alto; Melvin Gibbs, bajo. Colegio Mayor San Juan Evangelista. Madrid, 8 noviembre.

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