El presupuesto catalán prevé un fuerte aumento del gasto y la inversión en 2005

Nuevas inversiones, viejos déficit. El esfuerzo inversor, la transparencia y el objetivo de equilibrio presupuestario son los tres ejes básicos de los presupuestos catalanes de 2005, que sin embargo presentan de nuevo un fuerte déficit motivado por el elevado gasto sanitario.

Tras el presupuesto "de transición" del pasado año, las cuentas públicas presentadas ayer por el consejero de Economía y Finanzas, Antoni Castells, marcan una hoja de ruta para la economía catalana "moderadamente optimista", con un cuadro macroeconómico desahogado: el Ejecutivo calcula que se crearán 52.000 puestos de trabajo y que el PIB crecerá el 2,8% en 2005, por encima de la media española. "Se rompe así una tónica que se mantenía prácticamente invariable desde 1996", según Castells, que cifró el presupuesto consolidado en 26.501 millones de euros (casi 4,5 billones de las antiguas pesetas), lo que supone un crecimiento anual del 17,9%.

CiU tacha las cuentas públicas de "poco ambiciosas" y denuncia que "aumentan la presión fiscal" con nuevas tasas

El esfuerzo inversor alcanzará 4.483 millones de euros en 2005, con un alza del 65% respecto al año anterior

El gasto corriente se dispara hasta casi el 11% a pesar del compromiso de Maragall de recortarlo el 2%

El Ejecutivo catalán presentó unos presupuestos expansivos, con crecimientos de dos dígitos tanto en el capítulo de ingresos como en el de gastos. Se trata de cifras muy superiores a las recogidas en los Presupuestos Generales del Estado de 2005, con incrementos del 6,4% en el caso de los ingresos y del 7,8% para los gastos.

Los ingresos no financieros del presupuesto catalán ascenderán a 20.102 millones de euros en 2005, el 13,9% más. Y el gasto público no financiero se elevará el 12,2%, hasta alcanzar 20.706 millones de euros. Para paliar esa diferencia -el déficit previsto es de 650 millones de euros en 2005, el 0,41% del PIB pactado con el Ejecutivo central-, el titular de Economía reiteró la petición del Gobierno catalán de negociar un nuevo sistema de financiación. "Hay expectativas razonables sobre posibles cambios en la financiación de las comunidades en 2006, que se unirán a las medidas de choque para reducir el déficit sanitario en 2005", dijo.

Pese al optimismo de Castells, los presupuestos consolidan uno de los males endémicos de las cuentas públicas catalanas: los gastos corrientes crecerán el año próximo el 10,7%, una cifra que contrasta con el compromiso del presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, de reducir este capítulo el 2%. Castells se limitó a explicar que los presupuestos suponen "un gran esfuerzo de contención del gasto". Lejos de elaborar un discurso triunfalista, entre las carencias a las que se enfrenta la economía, el consejero destacó "el bajo incremento de la productividad, la necesidad de cerrar la brecha de crecimiento del PIB con España, el elevado diferencial de inflación, la tasa de paro juvenil y la elevada precariedad laboral".

La elevada inversión prevista para 2005 es una de las principales referencias del que puede considerarse como el primer presupuesto del tripartito, después de la herencia de 2004. La Generalitat tiene previsto elevar el esfuerzo inversor hasta 4.483 millones, con un alza interanual del 65% que incidirá "en las políticas sociales, la competitividad, las infraestructuras, la seguridad y la justicia". En la práctica, esta cifra supone una inversión de 669 euros por habitante, frente a los 405 euros de este año.

Críticas de la oposición

El portavoz de CiU en el Parlament, Felip Puig, calificó la cifra prevista de inversiones de "poco ambiciosa" y destacó que los presupuestos catalanes "incrementan la presión fiscal, con nuevas tasas e impuestos". Los nuevos tributos corresponden al céntimo sanitario -el recargo aplicado a las gasolinas para reducir el déficit de la sanidad- y a la reforma del impuesto sobre actos jurídicos documentados, que se unen a las 18 nuevas tasas que contempla la Ley de Acompañamiento, entre las que destaca un nuevo canon del agua que penaliza el consumo excesivo de las familias.

A juicio de Castells, los presupuestos "no suponen un incremento de la presión fiscal". El incremento de los ingresos impositivos corresponde "a las novedades normativas del año pasado, que se aplicarán por primera vez durante la totalidad del año, y al crecimiento de las bases imponibles del impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados".

El responsable de Economía, que entregó los presupuestos al presidente del Parlament, Ernest Benach, explicó que la inversión pública "se financiará con un mayor endeudamiento propio", en detrimento del denominado método alemán, basado en diferir el pago, utilizado en mayor medida por el Ejecutivo de CiU.Para ello, el Gobierno tripartito ha creado varias empresas públicas, como Infercat -que invertirá 903 millones en la línea 9 del metro- e ICF Equipamientos, que destinará 290 millones a nuevas escuelas y otros equipamientos de la Administración catalana. "Las inversiones financiadas con el método alemán son proyectos del anterior Gobierno que hemos decidido reducir porque nos parecen poco transparentes y muy gravosos", afirmó Castells.

El endeudamiento de la Generalitat, sin contabilizar las empresas públicas, ascenderá en 2005 a 11.929 millones de euros, con un crecimiento en torno al 10% respecto a este año.

El portavoz de la Generalitat, Joaquim Nadal, calificó ayer de "frívolas" y "superficiales" las críticas de CiU al proyecto de presupuestos del Ejecutivo catalán para 2005. Nadal aseguró que "la aritmética más elemental desmiente a Felip Puig" y esgrimió las cifras de inversión por habitante desde 2003 para dejar claro que ha pasado de 365 euros a 405 euros en 2004 y a 669 en 2005.

A diferencia de CiU, la Cámara de Comercio hizo una evaluación "positiva" del presupuesto y se sumó a la petición de un nuevo sistema de financiación para Cataluña. Aunque, eso sí, reclamó que las inversiones previstas en infraestructuras se ejecuten "sin dilación, a diferencia de lo que ha pasado los últimos años".

La UGT pide más gasto social

El sindicato UGT juzgó "imprescindible" que se incrementen las partidas presupuestarias que "acerquen" a Cataluña a la media europea en gasto social y que supongan un impulso en materia de infraestructuras. En cuanto al nuevo sistema de financiación autonómica, aunque está previsto que se "ponga en marcha" a partir de 2006, la UGT considera "fundamental" que a lo largo de 2005 se aprueben "medidas correctoras" también orientadas hacia un "mayor gasto social" y una mayor inversión en infraestructuras.

Los departamentos con mayores incrementos de gasto en 2005 serán Política Territorial y Obras Públicas y Relaciones Institucionales, aunque es Salud la que acapara el mayor gasto público: 7.112 millones de euros, casi un tercio del presupuesto total. La plantilla de la Administración catalana se incrementará en 2005 en 6.244 trabajadores, entre los que destacan los maestros (3.616), los mossos (1.303) y los funcionarios de justicia (956).

El Parlament celebrará el debate final de los presupuestos en el pleno que se realizará del 20 al 23 de diciembre. Las enmiendas a la totalidad se podrán presentar hasta el 18 de noviembre, y se debatirán en un pleno monográfico del 22 al 23 de noviembre. Las enmiendas al articulado se admitirán hasta el 1 de diciembre. La elaboración del dictamen de la comisión parlamentaria de Economía sobre las cuentas se realizará del 13 al 14 de diciembre.