"El ayuntamiento es una escuela por la que deberían pasar muchos ministros"

Gobierna Lasarte-Oria desde su creación como municipio, en 1986, y siempre con mayoría absoluta. Un año antes presidió la comisión gestora del ayuntamiento de esta localidad. Entre 1979 y 1985 fue teniente de alcalde en Hernani. Ana Urchueguía (San Sebastián, 1952) acumula un cuarto de siglo "al servicio de los ciudadanos", afirma.

Pregunta. ¿No le da vértigo mirar 25 años atrás y encontrarse con...?

Respuesta. Cuando yo empecé en Hernani en 1979, sólo nos ocupábamos del alumbrado público, la limpieza de las calles, la recogida de las basuras y poco más. Nadie reclamaba nada en el ayuntamiento. ¿Quién podía imaginar entonces que el ayuntamiento iba a gestionar hoy suelo público para construir viviendas sociales o dar solución a los parados? Nos hemos convertido en una empresa de servicios.

"Los ayuntamientos son los que más han transformado el país porque han asumido responsabilidades que no les competían. Ya no somos la hermanita pobre de las administraciones"

P. ¿Ha sido una contribución al progreso social?

R. Sí. Los ayuntamientos son los que más han transformado el país. Y eso ha sido posible porque hemos asumido responsabilidades de gestión que, en realidad, no nos correspondían. Ya no somos la hermanita pobre de las administraciones.

P. Pero los alcaldes siempre se están quejando de la falta de dinero.

R. Porque somos los que más lo necesitamos, y nadie discutirá que en los ayuntamientos es donde mejor se gasta el dinero. Por algo estamos a pie de obra y sometidos a un control mucho más estrecho. En el resto de las administraciones, el responsable político tiene un sistema de autoprotección impresionante.

P. ¿En qué se parece el alcalde hoy al de hace 25 años?

R. No tiene nada que ver. El de 1979 era un novato y estaba muy sujeto a su partido; hoy es un gestor más independiente. El ciudadano valora la capacidad del alcalde para resolver los problemas. Es importante que sea alguien en quien la gente confíe a ciegas, incluso cuando rechaza determinadas propuestas ciudadanas. En un ayuntamiento hay que decir más veces no que sí.

P. ¿Qué cualidades debe tener un buen alcalde?

R. Básicamente, la autonomía suficiente para gobernar tanto a quienes le votaron como a los que no le votaron, porque manejamos el dinero de todos.

P. También ha sido senadora y juntera. Elija una opción.

R. El ayuntamiento, sin duda. Las decisiones que toma un alcalde son visibles al instante. Es la mejor escuela para un político. A muchos ministros les pondría yo en un ayuntamiento, para que aprendan.

P. ¿Llegará algún día la ley Municipal?

R. Mucho me temo que al Gobierno vasco no le interesa aprobarla para mantener el actual centralismo en Euskadi.