Frases inmortales
El que no se consuela es porque no quiere. Otegi ha reaccionado a la carta de su ex compañero en la polimilitancia, Pakito, vociferando que se debe a una filtración. Pero no hay que ser un genio, y ni siquiera Pakito, para sospechar que la cosa ha podido suceder de otra manera. En efecto, si lo que pretende la carta es reavivar entre los presos, ya que no pudo reavivarlo en Antza, el debate acerca del no futuro de la lucha armada, no parece muy indicada la fórmula de confiar en que unos terceros filtren el documento central del debate.
Aún hay más. Si un ente que ya no se llama Batasuna está a las puertas de presentar una campanuda propuesta de solución del conflicto, ¿no parece lógico que una de las partes implicadas quiera aprovechar la ocasión para que se le escuche? Sobre todo si el ente en cuestión no contempla el cese de la violencia etarra. Hombre, tampoco parece que Pakito esté por la labor, de ahí su inmortal frase: "No se pueden proferir amenazas que luego no se cumplen", indicadora de que desearía que se pudieran cumplir, pero, al no poderse, lo que expresa es la derrota militar de ETA y la acusación de que el ente llamado antes Batasuna habrá estado edificando su propuesta resolutiva en el aire, al seguir manteniendo implícitamente como motor de todo el tinglado a una vanguardia llamada ETA (de lo contrario habría roto públicamente con ella) que para muchos, incluido Pakito, está acabada. Sólo así se comprenden el cabreo de Otegi y la necesidad de aferrarse a la teoría de una conspiración que filtraría cartas e intoxicaría, como ha sentenciado el también prehistórico Jon Idigoras en otra frase inmortal: "La credibilidad es poca". Se refiere a la de la carta, claro, sin querer darse cuenta de que Pakito la presentó a la cúpula antes del desmantelamiento de la misma, con lo que ahora no sólo puede presumir de dones proféticos sino de que la realidad, con las continuas detenciones, le está dando cada día un poco más la razón.
Mientras la autodenominada izquierda abertzale, antes Batasuna, prefiere hacer la del avestruz, negándose a la evidencia del descalabramiento militar de ETA, la propia ETA emitía un comunicado donde daba cuenta subliminalmente de su derrota política, no en balde llamaba a explorar nuevas vías con todos los agentes sin establecer condiciones previas. El empalagoso comunicado sólo reserva una coz para el plan Ibarretxe al que tacha en frase también inmortal de "subterfugio sin futuro"; vamos, que según ETA los tiros no van por ahí, si se me permite la metáfora, pero el comunicante tampoco sabe dejar claro de por dónde deben ir. Y ahí le duele porque el último Zutabe se hacía eco del mucho mal que el PNV y su plan están haciendo al tinglado ETA-Batasuna y que se plasma en una frase de conmovedora sinceridad: "La prioridad del PNV será marginar a la izquierda abertzale, mientras se apropia de sus reivindicaciones" y le roba electos y electores. Sólo por eso la frase debe considerarse inmortal, digo, porque equivale al reconocimiento, aunque inconsciente, de que durante estos últimos 40 años han estado haciendo el canelo, vamos, que nunca se han percatado de que la superinmortal frase de Arzalluz sobre cómo los nacionalistas recogían las nueces de los árboles sacudidos por ETA representaba la más cruda de las realidades.
Se engañaron creyendo que le ganarían el pulso al PNV y ahora se engañan al no admitir que también han perdido la batalla política. En una palabra, y por no salirnos del campo hortofrutícola, las uvas están maduras y no precisamente gracias a quienes sólo ha sabido aprovecharse de las circunstancias mientras los demás se mojaban aprobando leyes que a la postre han resultado mortales contra ETA. No es de extrañar, pues, que el Churchill de Madrazo haya querido apuntarse a la inmortalidad soltando que el Pacto Antiterrorista "es cosa del pasado", mientras otros con vocación inmortal desearían "alumbrar una nueva estrategia" más audaz. Dios nos libre de turrutos e imaginativos.
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