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Los secuestradores afganos piden la puesta en libertad de 26 talibanes

Naciones Unidas, optimista sobre la suerte de sus tres empleados

Los secuestradores de los tres empleados de la ONU dieron ayer dos días al Gobierno afgano para encontrar y poner en libertad a 26 talibanes a cambio de la británico-irlandesa Annetta Flanigan, la albano-kosovar Shqipe Habibi y el filipino Anjelito Nayan. Los tres fueron secuestrados hace 10 días cuando se desplazaban en coche por las inmediaciones de Kabul.

Los secuestradores formularon su demanda durante las negociaciones que mantuvieron ayer con representantes del Gobierno afgano y de Naciones Unidas. Portavoces de la ONU se mostraron optimistas sobre la pronta liberación de sus compañeros.

"Nos pidieron dos días para averiguar dónde se encuentran los 26 prisioneros de la lista que les entregamos y lo aceptamos. Les dimos lunes y martes para localizarlos e indicarnos dónde nos los entregarán", dijo Sayed Jalid Aga, quien se declaró portavoz del denominado Yaish e Muslimin (Ejército de los Musulmanes), el grupo que retiene a los tres empleados del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.

Las informaciones, sin embargo, son muy confusas. Varias personas han asegurado ser portavoces de ese grupo y tener en su poder a los rehenes. Durante los últimos días, estos supuestos captores han anunciado al menos cinco plazos diferentes para el cumplimiento de sus exigencias, bajo amenaza de asesinar a los tres empleados. Para su liberación han exigido, entre otras, que se retiren las tropas extranjeras de territorio afgano, que la ONU cese sus operaciones en el país y que sean liberados los presos talibanes y de Al Qaeda tanto en Afganistán como en la base estadounidense de Guantánamo.

Manoel de Almeida, portavoz de la Misión de Naciones Unidas para Afganistán, responsabilizó ayer a los secuestradores, en una conferencia de prensa celebrada en Kabul, de la salud de los rehenes y pidió que "no les hagan daño". El Consejo de Ulemas afgano, agrupación de clérigos musulmanes muy influyente, emitió la pasada semana una fetua o decreto islámico en la que condenó el secuestro, que calificó de "antiislámico", y pidió la liberación inmediata de los rehenes.

Un instructor del Ejército afgano enseña a alumnos del centro de entrenamiento de Kabul el manejo de un arma.
Un instructor del Ejército afgano enseña a alumnos del centro de entrenamiento de Kabul el manejo de un arma.AP

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