Almería registra su segunda mejor campaña agrícola

La provincia de Almería ha registrado en 2003-2004 su segunda mejor campaña agrícola de la historia. Todos los indicadores muestran una tendencia favorable. Es destacable el incremento de la superficie de cultivo a casi 26.000 hectáreas. El volumen de producción, que también subió un 2%, se tradujo en 2,5 millones de toneladas. Esa producción alcanzó un valor total de 1.350 millones de euros. En conjunto, las cifras suponen un incremento en valores monetarios del 9% con respecto a la campaña anterior. Estos datos han sido recogidos por el Instituto de Estudios de Cajamar a partir de información oficial y de una encuesta a las empresas.

El informe del Instituto de Estudios de Cajamar advierte, no obstante, de que el continuo incremento de los costes va a exigir una gestión "más profesional" de las exportaciones. "Los gastos generados en la factura agrícola por la fuerte subida del petróleo son soportables para el sector. Desde un punto de vista macroeconómico, pueden provocar un alza en los tipos de interés y de la inflación; desde una visión sectorial implicarán un incremento de los gastos de los agricultores almerienses sobre todo en los plásticos y en el transporte", explica el director del Instituto de Cajamar, Jerónimo Molina.

Las consecuencias de esta situación se ha reflejado en los gastos de amortización, construcción de invernaderos (3,7%) y compra de productos fitosanitarios, plantones o abonos (1,9%).

Los únicos gastos que se han comportado positivamente son los financieros y de comunicaciones: pese a que han aumentado, lo cierto es que el fuerte incremento de los ingresos, superficie cultivada y productividad por hectárea, así como la gran estabilidad de precios, han equilibrado la balanza.

Más superficie

El estudio refleja que la superficie destinada a la agricultura intensiva en la provincia ha crecido de forma notable en la zona del Levante y el Campo de Níjar, Almería, Viator, y Pechina ante las expectativas creadas por la disponibilidad de agua de buena calidad y por las posibilidades que ofrecen estas zonas para la creación de explotaciones de carácter empresarial.

Igualmente, se refleja que el tomate, el pepino y el pimiento son las tres especies en las que se concentra el valor económico de la producción. Destaca, sin embargo, el aumento notable de variedades de tomate más rentables y de mejor precio de mercado, como el rama, el cherry, el raf, el pera o el cóctel.

Sobre los retos de futuro, el Instituto de Cajamar insiste nuevamente en la necesidad de "mejorar" la oferta de servicios que se incorporan al producto hortofrutícola, "estrechar las relaciones de colaboración" entre empresas para concentrar la oferta, utilizar los canales de comercialización almerienses para "incorporar valor a los productos de otras procedencias", continuar con la higiene rural y la ordenación del territorio y estabilizar la situación de la mano de obra en el sector agrícola de Almería.

El análisis concluye que las mejoras de las estructuras de producción pueden duplicar los rendimientos por superficies y reducir los costes de producción.