Caja Duero extiende sus redes

Hace cuatro años, Caja Duero compró las oficinas de Crédit Lyonnais, lo que le dio presencia en toda España. Julio Fermoso, presidente desde hace un año, cree que, con esta posición, la caja está abocada a crecer, por lo que abrirá 115 oficinas para aumentar un 25% el crédito para fin de 2006 . El reto es hacerlo con márgenes estrechos.

La entidad quiere financiar la expansión con más ingresos por comisiones, más margen financiero y menores provisiones

Julio Fermoso es consciente de que el momento no es, teóricamente, el mejor para crecer. Los tipos de interés están en mínimos, la competencia financiera de bancos y cajas se acentúa cada día (lo que frena a los márgenes del negocio), y el ciclo económico se está frenando. Con todo, Caja Duero ha tomado la decisión de crecer en oficinas (seis de ellas en Portugal) y plantilla (500 empleados más), para consolidar su presencia en toda España y acercarse a las cajas medianas. "Decir que queremos ser la tercera entidad de ahorro sería utópico e irreal" (ahora son la número 11), "pero creemos que el futuro sólo puede pasar por tener más presencia para incrementar un 25% el volumen de créditos y un 20% el de los depósitos y fondos de inversión a final de 2006. Si no hiciéramos esto, la alternativa sería replegarnos a nuestra zona de origen, Castilla y León, y olvidarnos de lo demás".

Fermoso desglosa minuciosamente las zonas de España donde tienen previsto abrir oficinas o centros de negocio (pisos en primeras plantas), "porque todo está estudiado". El nuevo presidente, médico de profesión, reconoce que "en algunas zonas utilizaremos los agentes y los pisos en lugar de hacerlo todo con empleados y oficinas a pie de calle para ajustar los costes". Hasta septiembre pasado, los costes crecen al 9%, un fuerte ritmo que frena el margen de explotación, que refleja la marcha del negocio financiero. Por eso, la ratio de eficiencia, que mide lo que gasta por cada cien euros que ingresa, está en el 60,9%, peor que el de la media de las cajas, situada cerca del 50%.

Según Fermoso, Caja Duero "tiene la ventaja de que ya cuenta con presencia en todas las capitales, por lo que nuestra labor ahora es ampliar el negocio". Para ello, en las zonas de expansión se centrará en banca personal y banca privada, así como los productos de seguros y fondos de inversión. Caja Duero necesitará incrementar los ingresos para financiar esta expansión. Según el presidente, la gasolina para la cuenta de resultados vendrá por el incremento de comisiones (hasta septiembre subieron un 10,5%), el mayor margen financiero por el aumento del volumen de créditos y depósitos, y en tercer lugar, por la menor necesidad de provisiones con la llegada de las Normas Internacionales de Contabilidad (NIC).

Otro de los asuntos pendientes en Caja Duero es la reordenación de la cartera industrial. El principio que quiere seguir su presidente es que las empresas participadas deben proporcionar una rentabilidad similar a los bonos del Estado, es decir, el 4%. "No tenemos obligaciones políticas para mantenernos en una u otra empresa. Se exigirá que las inversiones sean rentables o las abandonaremos". Sin embargo, Fermoso sí reconoce que la Junta de Castilla y León alentó la creación de un fondo de inversión de empresas, denominado Madrigal, "pero que no se dedica a subvencionar a compañías con problemas, sino a buscar rentabilidad". El presidente también rechaza que este plan de expansión persiga conseguir una posición más favorable ante una fusión con Caja España, su rival directo, que ahora es más grande. "Sería un comportamiento irresponsable. Desde la Junta se ha dicho con toda claridad que no haya ningún proyecto de fusión", afirma Fermoso. A su juicio, la fusión tiene muchos más inconvenientes que ventajas.