Los empresarios españoles en Cuba piden a Zapatero que normalice relaciones con Castro

Las empresas españolas con negocios en Cuba han pedido al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero que dé pasos decididos para "normalizar las relaciones económicas y políticas" con La Habana, en defensa de los intereses españoles y para no perder la posición de privilegio que España ocupa actualmente en la isla. Según los empresarios, la falta de apoyo institucional y el clima de tensiones políticas han afectado a las relaciones económicas y comerciales con Cuba, tercer cliente de España en América Latina. Este año, el volumen de exportaciones a la isla ha decrecido un 8%.

Las exportaciones a Cuba han caído un 8,39%, y un 9,62% las importaciones

El marco de estas reclamaciones fue la cena ofrecida esta semana en La Habana por la Asociación de Empresarios Españoles en Cuba (AEEC), en su décimo aniversario, a la que asistió el vicepresidente cubano, José Ramón Fernández, y varios ministros del área económica. En su presencia, y también ante el embajador español en Cuba, Carlos Alonso Zaldivar, el presidente de la AEEC, Víctor Moro, se preguntó: "¿Por qué cuando se habla de relaciones económicas con Cuba es frecuente vincular objetivos económicos con consideraciones humanas, muy respetables por cierto, pero que sin duda tienen otro tratamiento?".

Moro afirmó que en los últimos tiempos "la política española" no ha respaldado a su empresariado en Cuba. "Se cerró el crédito oficial, se ha endurecido la exigencia de provisiones a las entidades financieras españolas, no ha funcionado el CESCE (Compañía de Seguro Española de Crédito a la Exportación), no se ha gestionado en el Club de París la reconsideración de la situación financiera cubana y todo eso lastra seriamente la competitividad de nuestras empresas".

El empresario llamó a poner remedio a esta situación y pidió al Gobierno de Zapatero "un acercamiento más profundo y decisivo" a la isla para no perder oportunidades; y a los gobiernos de Cuba y España "iniciar urgentemente un diálogo que favorezca el desarrollo de las relaciones económicas entre ambos países". Según el presidente de la AEEC, asociación que integra a más de 140 compañías presentes en Cuba -desde Sol-Melia, Repsol o Altadis, al BBVA y Caja Madrid, además de múltiples pymes-, "España tiene una presencia económica superior a la de los restantes países de la UE".

Moro llamó la atención sobre como algunos países de la UE con menos presencia sí siguen favoreciendo a sus empresarios con políticas de promoción, "sin contar el caso singular de EE UU, que abanderando el bloqueo económico es hoy el primer proveedor de productos alimenticios de Cuba". "Si dentro de dos o tres años España queda relegada a un lugar intrascendente en la relación de países que comercian con Cuba, que nadie se rasgue las vestiduras. Todos sabemos por qué ha sido y quiénes son los responsables".

El presidente de la sección española del Comité Bilateral Hispano-Cubano, Juan Arenas, destacó que Cuba es el tercer comprador de mercancías españolas en Iberoamérica, sólo después de México y Brasil y por encima de Chile o Argentina. "Es paradójico", dijo, "que prácticamente en el último país en el que todos los niveles de decisión se encuentran en manos del Estado, el Estado español abandone a sus empresarios a su propia suerte". Sobre el problema de la deuda cubana, que supera los 1.000 millones de dólares y es en la actualidad unos de los mayores obstáculos para "normalizar" las relaciones económicas institucionales, Arenas consideró que "España debe encontrar caminos para establecer sistemas de pago eficaces, como lo ha hecho la empresa privada y como lo han hecho las autoridades de otros países".

De acuerdo con datos manejados por la Embajada española en La Habana, entre enero y agosto las exportaciones a Cuba cayeron un 8,39% y las importaciones se redujeron un 9,62%, medidas en euros, en relación al mismo periodo del pasado año. Traducidas a dólares, las exportaciones superaron los 332 millones, con un crecimiento del 0,47%, y las importaciones se situaron en 84 millones de dólares, con una bajada del 1,24%. La diferencia de cifras se explica por la apreciación del euro frente a la divisa estadounidense.