Patrimonio dice que la estatua de Franco en Madrid es municipal
El Consistorio rebate que sea suya, ya que la figura aparece en su catálogo como ajena
La estatua ecuestre de Francisco Franco situada en la plaza de San Juan de la Cruz, en Madrid, sigue sin tener dueño aparente. El Ministerio de Economía y Hacienda, del que depende la Dirección General de Patrimonio Nacional, fue ayer el último organismo en desentenderse de su propiedad, pues "el bien mueble no aparece en el Inventario General de Bienes y Derechos del Estado", explicó una portavoz. Esto exime al Estado de decidir su retirada.
Estado y Ayuntamiento dicen que la estatua de Franco en la plaza de San Juan de la Cruz, en el barrio de Nuevos Ministerios de la capital, no es suya, pero tampoco nadie la reclama.
"La estatua está ubicada enteramente en la vía pública, fuera del recinto del inmueble de Nuevos Ministerios", afirmó la portavoz de Economía. "En consecuencia, se entiende que forma parte de ésta". Por lo tanto, concluyó que "corresponde su titularidad al Ayuntamiento".
Pero el Consistorio tampoco estaba ayer por la labor de reconocer un patrimonio que considera que no es suyo. Y sustenta su tesis en la Relación General de Monumentos Conmemorativos y Ornamentales de Madrid, con fecha de 7 de enero de 2004, de Gerencia Municipal de Urbanismo, donde la estatua aparece consignada como bien "no municipal". "A efectos informativos se incluyen los monumentos no municipales en vía pública que por tanto no conserva el Ayuntamiento", precisa el catálogo.
De hecho, como explicó un portavoz del Ayuntamiento, existen en ese catálogo 539 monumentos que no son municipales. En la misma situación estarían, por ejemplo, las dos estatuas de Fernando Botero que hay en las calles de Madrid, La mano, situada en el paseo de la Castellana, o Mujer con espejo, en la plaza de Colón.
Sin embargo, el subdirector general de la Vivienda, Guillermo Costa, afirma en una nota sobre la estatua que, aunque figura como de propiedad no municipal, "sobre este punto en concreto debería pronunciarse en último término el Departamento Municipal de Gestión de Patrimonio". Y, sobre la titularidad, "la Administración central, mediante la Dirección de Patrimonio Nacional". Esta última ya habría contestado.
Pero la madeja no hace más que enredarse. Porque otra institución que se ha planteado que la estatua era suya es la Universidad Complutense. La figura ecuestre, una obra del escultor José Capuz, fue realizada en 1956 con la intención de colocarla en el Arco de Triunfo de la Ciudad Universitaria. El monumento nunca llegó a estar situado en ese lugar, sino que en 1959 fue colocado en su situación actual. Sin embargo, según explicó el portavoz de la Complutense, no se ha logrado confirmar que eso supusiera que les pertenezca. "No consta en el catálogo de la universidad", agregó.
La estatua ha sido objeto de polémica desde hace años, pues junto a ella se producen concentraciones anuales de organizaciones de extrema derecha, en torno al aniversario de la muerte del dictador, el 20 de noviembre. Aunque IU ha planteado su retirada varias veces en el Ayuntamiento, e incluso en el Congreso, nunca se alcanzó una solución.
"La malquerida"
Aprovechando que dicha Cámara ha aprobado una iniciativa para retirar todos los símbolos franquistas, la concejal Concha Denche (IU) volvió a plantearlo el miércoles en el Ayuntamiento. "Creo que la estatua no la quiere nadie, es la malquerida", comentó ayer. "Pero no se trata de buscar al padre de la criatura, sino que las administraciones se pongan de acuerdo para retirarla. Y si hay una razón ideológica, que lo digan", agregó. La concejal tiene la intención de llevar el asunto al Pleno del Ayuntamiento, a través de una proposición.
Posible solución judicial
Si las Administraciones no se ponen de acuerdo, una solución es la judicial. Así lo cree Francisco Fernández, un abogado de Madrid que presentó el pasado 24 de agosto una solicitud en la Junta Municipal de Chamberí para que sea retirada la estatua ecuestre de Franco de la plaza de San Juan de la Cruz, situada en este distrito, porque considera que es "apología del terrorismo".
La intención de Fernández era crear una decisión administrativa, susceptible de abrir la vía contencioso-administrativa. Así, si el próximo 24 de noviembre continúa sin recibir una contestación, se producirá silencio administrativo, un acto que puede ser recurrido ante los tribunales. Si antes de esa fecha le deniegan la retirada, también tendrá una actuación que recurrir.
"La estatua ecuestre representa y simboliza comportamientos tipificados como delitos graves en todas las legislaciones del entorno y de España, pues traicionó su juramento militar y ordenó bombardear indiscriminadamente a la población civil de la capital del Estado", argumenta en su escrito.
"No es una cuestión de a quién pertenece, sino de que no se puede tener un símbolo fascista en una ciudad que aspira a tener los Juegos Olímpicos", apostilló. "La decisión de un juez no estará sujeta a votaciones ni trapicheos".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.