Emocionante cierre de gira de Serrat
El cantante ofreció en Girona su último concierto antes de la operación que debe extirparle el cáncer que padece
En un espectáculo dominado por una emotividad a flor de piel en la platea y el escenario, Joan Manuel Serrat congregó ayer por la noche en el pabellón de Fontajau de Girona a unas 4.500 personas en el concierto que cerró, antes de lo previsto, su gira Serrat simfònic. El cantante padece un carcinoma en la vejiga que le llevará al quirófano dentro de unos pocos días. La enfermedad obligó al músico a suspender los conciertos previstos en América y a cerrar anticipadamente su gira.
Los cantos a la vida y a la esperanza que configuran muchas de las letras del noi del Poble Sec cobraron una especial significación que no pasó por alto al público, que arropó momento al cantautor y le lanzó gritos de ánimo entre canción y canción. El público que llenaba el recinto despidió al cantante puesto en pie y reclamándole más bises. Uno de los momentos más emotivos llegó con las últimas estrofas de la canción Fa 20 anys que tinc 20 anys. En el momento en que Serrat entonó el "avui que encara tinc veu, qui sap si podré demà", el público prorrumpió en un estruendoso aplauso.
Entre los asistentes, en su mayoría de edad madura, podía detectarse un enorme caudal de solidaridad y ánimo hacia el cantante. Muchos acudieron a Girona desde lugares lejanos cuando se enteraron de la enfermedad de Serrat. Joan Baeza plantó una mesa de recogida de firmas a la entrada del concierto reclamando que la Generalitat conceda a Serrat la Creu de Sant Jordi. "Es una deuda histórica", dijo Baeza, que ya lleva recogidas más de 500 firmas. Baeza quiso aclarar que la demanda "no es una reacción a su enfermedad", puesto que empezó a buscar firmas antes de que Serrat la hiciera pública.
En más de dos horas de concierto, la Orquestra Simfònica del Vallès acompañó a Serrat en canciones que se han convertido en banda sonora de varias generaciones. Penélope, Paraules d'amor, Aquellas pequeñas cosas o Mediterráneo fueron las más aplaudidas. Acabó con No hago otra cosa que pensar en tí, aunque antes, junto al público, ya había cantado en los bises las canciones Paraules d'Amor y La Saeta.
Un Serrat especialmente locuaz y vitalista explicó, tras la interpretación de Cançó de matinada, que este tema fue su primer número uno en las listas de éxitos españolas en 1967. "Eran tiempos difíciles. No era fácil cantar en catalán, aunque tampoco lo es ahora", precisó.
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