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Roca asegura que ninguna comunidad puede pretender "más derechos que otras"

Clavero Arévalo aboga por la "codecisión" de Andalucía en las instituciones del Estado

Lourdes Lucio

"Hoy en día ninguna comunidad puede pretender tener más derechos que otra". Quien así habló ayer en el Parlamento andaluz fue Miquel Roca i Junyent, nacionalista catalán, ponente de la Constitución española de 1978 y miembro de la comisión que redactó el Estatuto de Autonomía de Cataluña. Roca confesó que no era un "entusiasta" de las reformas, advirtió que el "límite" está en la Constitución y pidió prudencia a la hora de revisar el sistema: "Les deseo la máxima suerte, pero cuidado que quema", les dijo a los miembros de la comisión de Desarrollo Estatutario.

Roca cautivó a los diputados de la comisión encargada de la reforma del Estatuto andaluz. Alejado del circuito político, el que fuera portavoz de CiU en el Congreso admitió que como padre de la Constitución no es un "entusiasta" ni de la reforma ni de las asimetrías, aunque reconoció que hay "problemas de acomodo" que atribuyó más a la voluntad política con la que se interpreta la carta magna que a achaques del propio modelo.

"Hay un límite que es la Constitución y no se pueden hacer trampas. Si alguien pretende por la vía del Estatuto modificar la Constitución que lo pida", dijo Roca, quien ironizó sobre las interpretaciones que se pueden hacer de la norma constitucional. "Tiene lecturas, pero tantas no".

En un tono vivo, aconsejó a los diputados a que no hagan "ejercicios terminológicos" con asuntos "serios" que a la postre generan frustración y les instó a "no ser víctimas de esta especie de incomodidad que sienten los españoles ante la normalidad. ¡Hace 25 años que lo somos, pero a los españoles no les gusta la normalidad! ", comentó.

En el capítulo de carencias, Roca subrayó que el Estado de las Autonomías "necesita" un Senado donde "donde las autonomías se sienten y dialoguen", distinto al de "una perfecta Cámara de corrección gramatical donde se presentan enmiendas traicioneras con nocturnidad y alevosía", como la actual.

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Roca defendió una Cámara Alta igual al Bundesrat alemán en donde estén representados los gobiernos autonómicos elegidos. "Cuando se puede copiar, no renunciemos a ello", aconsejó.

La segunda carencia que el Estado autonómico tiene, a su juicio, es el sistema de financiación. "Hay que buscar uno sabiendo que lo revisaremos constantemente", en función de cómo evolucione el sistema fiscal del Estado y de fenómenos sociales como la inmigración, cuyos costes son asumidos por las comunidades autónomas pese a que es una competencia estatal. En opinión de Roca, las comunidades tienen que tener autonomía del gasto para que puedan priorizar sus políticas y agencias tributarias que gestiones los impuestos cedidos y los no cedidos.

A preguntas de los portavoces sobre la disposición adicional segunda del Estatuto (deuda histórica), el político nacionalista dijo que este asunto era "opinable" e hizo una recomendación general: "No hablemos de deuda histórica, sino de que Andalucía necesita más porque tiene más necesidades. Todo el mundo, incluida Cataluña, está activando deudas".

Roca opinó que España no puede tener tres sistemas de financiación diferentes y habría que "generalizar el sistema del concierto" que disfrutan Euskadi y Navarra. "Esto pone muy nerviosos a los vascos, pero no existe ningún motivo constitucional para justificar que ciudadanos de una zona perciban más que los de otras".

En este sentido, afirmó que "hoy ninguna comunidad autónoma puede pretender tener más derechos que otras, porque entre los valores democráticos figura el que nada de lo que pido para mí se le puede negar a otro". Roca deseó "suerte y éxito" a la comisión de Desarrollo Estatutario en sus trabajos, a la que pidió "prudencia", y a modo de despedida dijo: "Cuidado que quema".

El ex ministro de UCD Manuel Clavero Arévalo, uno de los más firmes defensores del autogobierno andaluz por la misma vía que la contemplada para las comunidades históricas, en línea con lo que ha venido manteniendo como promotor de la plataforma Andaluces levantaos, consideró "imprescindible" la reforma estatutaria ante el plan Ibarretxe y la modificación catalana. "Hay que hacer un Estatuto que en nada desmerezca a los del País Vasco y Cataluña y siempre que interese a Andalucía".

Ante estos dos procesos en marcha, Clavero aconsejó a los diputados: "El plan Ibarretxe es ir aislándose más y en Cataluña lo que se pretende es participar, codecidir con el Estado: esta debe ser más nuestra línea".

El catedrático de Derecho Administrativo defendió una precisa batería de propuestas, entre las que figura la inclusión de la singularidad de Andalucía como frontera de tres países (Portugal, Reino Unido y Marruecos); añadir a los objetivos estratégicos del Estatuto "el fortalecimiento de la sociedad civil emprendedora como creadora de empleo" y la lucha contra la pobreza; y poner mayor "énfasis" en la definición de la comunidad como nacionalidad "sin olvidar otros posibles términos" que pueden introducir Cataluña y País Vasco.

Clavero propuso una "desconcentración al máximo" de funciones administrativas de la Junta en las provincias, establecer "capitalidades difusas" para combatir la idea del centralismo sevillano y "transferir o delegar" competencias a los municipios.

Su propuesta más original, que ya intentó introducir en los años 80, fue la de que el artículo dos incluya no sólo el territorio "terráqueo de Andalucía", sino también el "marítimo, subterráneo y aéreo".

La presidenta de la Fundación Blas Infante, María de los Ángeles Infante, cerró el turno de ayer de las comparecencias parlamentarias.

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